La Selección de La Volpe perdió el rumbo

Equipo no camina, sigue haciendo experimentos y no se ve propuesta clara

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El amistoso que perdió anoche la Selección ante Ecuador, 0 a 2, resultó muy valioso, pues nos dejó claro que el proceso de Ricardo La Volpe no camina.

Y no se trata solo del resultado, pues como bien dicen los técnicos, en los amistosos es lo menos importante.

Pero lo que mostró Costa Rica en la cancha del Estadio Nacional anoche nos pone a pensar que veremos el Mundial de Brasil 2014 por televisión... a no ser que haya un giro repentino.

A solo diez meses de que Costa Rica comience su participación en el Premundial de la Concacaf, la Selección sigue metida en un tubo de ensayo.

Aún no se vislumbra un producto terminado, siguen los experimentos de jugadores en puestos que no son los que han jugado con regularidad, La Volpe aún está probando y no sé si habrá tiempo de afinar la propuesta definitiva con que la Tricolor buscará el boleto a la tierra del jogo bonito.

La primera cita en la eliminatoria está a la vuelta de la esquina y no será fácil pues los rivales (México, El Salvador y Trinidad y Tobago) son complicados y capaces de hacernos sufrir (¡en todo caso ya la Sele nos tiene acostumbrados a eso!).

Con este panorama, el pobre juego (ni siquiera le podemos llamar espectáculo) de la Selección llena de frustración porque se cometen los mismos errores de siempre, no tiene claridad para llegar a marco, es previsible en ofensiva y aunque se maneja la pelota, eso sirve de poco, ya que no se traduce en llegadas a marco.

Ecuador, con muchos menos posesión del balón, creó cuatro o cinco llegadas peligrosas y de ellas dos terminaron en la red. Costa Rica, en cambio, abusó del pase insulso y solo sacudió en un par de jugadas al portero Máximo Banguera.

Es decir, mientras los suramericanos nos dieron muestras de un futbol moderno, los ticos siguen estancados en su juego confuso y sin argumentos para superar a una defensa bien plantada.

El veredicto del público fue claro: silbó y pidió la cabeza de un La Volpe que no convence.