La repartidora express que meditó el retiro disfruta levantarse a las 3 a. m. para ir a entrenar con Herediano

Cristín Granados pasó 17 meses sin jugar al fútbol, tras una grave lesión, por lo que ahora se siente bendecida de poder volver a las canchas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

De no ser por sus compañeras de la Selección Nacional, Cristín Granados Gómez se habría retirado, tras sufrir una grave lesión de ligamento y menisco en la pierna izquierda, que la tuvo 17 meses sin jugar al fútbol.

Es por eso que su regreso a las canchas, el pasado 8 de agosto con el Herediano, será inolvidable para ella, pues no solo anotó el gol de la victoria al minuto 88 ante Sporting FC (1-0), sino además acabó con el invicto de las josefinas y marcó el tanto 150 en la máxima categoría, de acuerdo con las estadísticas del fútbol femenino.

La oriunda de San Rafael de Oreamuno de Cartago apenas y pudo celebrar su triunfal vuelta a las canchas, pues una vez que concluyó el partido se cambió y tomó las llaves de su motocicleta para emprender el retorno a Cartago, ya que debía entrar a las 6 p. m. (el compromiso fue a las 2 p. m.) para trabajar en la empresa familiar de servicio express Hakuna Matata, en la misma moto.

“Después de la lesión fue bastante difícil. La verdad yo quería retirarme, pero mis compañeras de la Selección me convencieron que no. Sinceramente los primeros meses fueron complicados, económicamente una compañera me ayudó mucho, al igual que mi familia. Además Shirley (Cruz) fue como mi ‘Uber', pues me llevaba y traía a todos lados, porque me era difícil movilizarme”, expresó Granados.

Cristín recuerda que la insistencia de sus compañeras fue clave para que no abandonara el fútbol, pues la cirugía y la rehabilitación minaron sus ánimos.

“Ellas (seleccionadas) me picaron, me retaron. Me dijeron que cómo me iba a retirar por una operación. Que habían jugadoras que hasta dos veces las habían operado y seguían activas. Tengo que agradecerles el apoyo, al igual que la Federación Costarricense de Fútbol y a Anita, la fisioterapeuta, quien es la mejor”, confesó Granados.

La tres veces goleadora del campeonato nacional enfatizó que poco a poco fue recuperando la confianza, pero la pandemia por la covid-19 le obligó a quedarse en casa, seguir su rehabilitación por video llamadas y con pesas de cemento para completar su trabajo físico y estar lista para volver.

El privilegio de jugar. Cristín aseguró que estar a las puertas de terminar su carrera deportivo, a sus 29 años, le dejó una gran enseñanza; como es valorar el poder jugar al fútbol profesionalmente y por ello se levanta todos los días a entrenar llena de motivación.

“Ahora veo el fútbol de una manera diferente. Me di cuenta que soy una afortunada por jugar al fútbol, por poder levantarme y tener la dicha de ir a entrenar. Para mí era muy normal, no me había dado cuenta de la fortuna que tengo de hacer lo que más me gusta. Es un privilegio que pocas tenemos y ahora trato de disfrutarlo al máximo”, admitió Granados.

La delantera aseguró que no le importa terminar de trabajar tarde en el servicio express familiar en Cartago, pues ahora se levanta con más deseos que nunca para asistir a las prácticas.

“Vivo en San Rafael de Oreamuno en Cartago, es por eso que a las 3 de la madrugada ya estoy en pie, me alisto y me traslado en mi moto a Heredia o bien donde nos cite el cuerpo técnico para entrenar. Llego faltando unos 15 minutos para las 5 a. m., hago mi calentamiento específico y después me integro a las prácticas con las demás compañeras”. indicó Granados.

Para Cristín, el ambiente y la confianza que le dio el entrenador Bernal Castillo, así como el gerente del cuadro florense, Jafet Soto, fueron fundamentales para integrarse a las filas rojiamarillas.

“Estoy en Herediano por lealtad y mi amistad con Bernal (Castillo). Él confío en mí a pesar de estar lesionada. También debo agradecer a Jafet Soto, porque cuatro meses atrás, cuando todavía no me había recuperado, confío en mí, me dijo que me quería en el club y me firmó, a pesar que no sabía cómo iba a volver. Es por eso que debo aprovechar las oportunidades que se me presentan”, reiteró Granados.

La experimentada futbolista que actuó para Arenal Coronado, Saprissa, Moravia, así como en Estados Unidos, el Junior de Barraquilla en Colombia y el Tacón de España, manifestó que las ilusiones con el Team son grandes al tener un buen equipo que buscará el cetro.

“Es cierto que nos ha hecho falta gol, en el equipo, pues solo hemos marcado nueve tantos en cinco juegos, pero hay jugadoras de la Selección Sub-20 que lo están haciendo bien. Si mi aporte es con goles, como ante Sporting, bienvenido sea, sino espero contribuir con pases gol y sacrificio en la cancha. Mi deseo es seguir disfrutando del fútbol como hasta ahora y hasta donde Dios quiera”, enfatizó Granados.