Alajuelense empezó otro ciclo en su búsqueda del título desde el viernes, cuando presentó a Hernán Torres como nuevo técnico.
Es otro intento por acabar con la sequía de diez torneos sin cetro, pero se hace en un momento crítico para la institución rojinegra.
El Clausura 2019 es como la "última oportunidad" de la Liga por conseguir el campeonato, al cumplir sus 100 años y querer celebrarlo en grande.
La dirigencia ha sido clara y el mensaje llegó claro a una afición frustrada. ¿Eso ha sido un empujón hacia el objetivo o todo lo contrario? ¿Está demasiado presionado el equipo?
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En sus partidos la Liga no ha sido un desastre. Es cierto, finalmente no halla los resultados que necesita, pero tampoco ha jugado como para ser penúltimo.
Sin embargo, el equipo muestra un retroceso en comparación al torneo anterior.
Habrá que esperar lo que pueda cambiar Hernán Torres con más días de trabajo. Por ahora no es el ideal de un conjunto candidato al título.
“En términos generales juega bien, parecido a lo que mostró el torneo pasado. Sin embargo, no tiene la soltura y la fluidez de juego que tenía en el campeonato anterior. Eso me parece que le juega en contra por la parte de la presión. Lo siento un poco amarrado, frenado, por decirlo de alguna forma”, comentó el técnico nacional Geovanny Alfaro.
De acuerdo al estratega, el análisis va más por un aspecto mental que está influyendo negativamente en los futbolistas.
"Es un equipo muy presionado por el entorno, por todo lo que se ha manejado. Eso le está pesando mucho al equipo", agregó.
La dirigencia manuda ha sido muy clara desde el inicio del certamen.
“Hemos venido trabajando fuerte porque la aspiración sin ninguna duda es lograr el campeonato en mayo”, mencionó Ocampo antes que se iniciara el torneo.
Precisamente ese tipo de llamados, que aunque normales en equipos grandes, agrega más carga a la racha negativa.
“Está influyendo demasiado la presión y realmente no te sabría decir si solo con cambio de entrenador se soluciona, porque la presión sigue estando ahí y como que no la pudieron manejar bien; va desde la dirigencia hasta la afición. Los está presionando demasiado el aniversario. Jugadores que uno conoce con muy buenas capacidades y los ves en un partido y pareciera que no son los mismos”, señaló el entrenador César Eduardo Méndez.
Determinar las razones de que Alajuelense no levante cabeza es difícil, según el estratega Marvin Solano, sobre todo porque tiene una "muy buena planilla, para estar en posición de privilegio".
Tomando en cuenta eso, Solano considera que solo internamente puede saber lo que sucede.
"Es como algo muy interno, solo los involucrados pueden saber, uno desde afuera dice que no puede ser posible. Pero hay algo ahí que puede estar pasando en el camerino, porque a ojo de buen cubero desde afuera con esta planilla es inaudito. Solo los involucrados pueden tener respuesta o Torres encuentre el asunto", expresó.
Por ahora el cambio se espera que venga precisamente desde el nuevo estratega. La última prueba, derrota ante Pérez Zeledón, fue con Torres de lejos, pues apenas entrenó un día y no estuvo en el banquillo.
La urgencia por ganar en casa también parece afectarle en el orden táctico. Al menos, las derrotas en el Morera Soto ante San Carlos (1 a 0 ) y Pérez (2 a 1) sugieren que la desesperación por buscar el triunfo ha provocado riesgos en retaguardia. En ambos juegos, el gol que definió el partido cayó en el cierre de los duelos (minutos 86 y 85, respectivamente), cuando Alajuelense buscaba con más ahinco la victoria.
La afición dejó en evidencia su disgusto al salir del Morera Soto, mientras los jugadores intentan mantener un discurso optimista.
“Sé que vamos a trabajar bastante bien con el entrenador que viene ahora y va a ver que los resultados van a ser diferente. Vendrá a cambiar muchos hábitos que tenemos, con una persona tan trabajadora, con tanta actitud... si nosotros nos contagiamos sé que el éxito va a llegar”, dijo Marco Ureña tras el juego ante los generaleños.