La preocupación diaria de Andy Herron: su esposa con 31 semanas de embarazo es enfermera en hospital de EE. UU.

“Ella es la que sale, ella es la que se va, yo me quedo acá con mi hija para las clases de la escuela desde la casa, pero es que no sabemos. El coronavirus es invisible, no lo vemos, no sabemos dónde está”, manifestó el exfutbolista desde Miami

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Andy Herron se encuentra en Estados Unidos con una mezcla de sentimientos encontrados.

El exfutbolista siente mucho orgullo cada vez que su esposa, Natasha Herron, sale de su casa en Estados Unidos para ir al trabajo y ser parte de ese escuadrón médico que lucha a diario contra el nuevo coronavirus que ha hecho estragos en el mundo.

Sin embargo, eso le genera una preocupación por partida doble: ella es enfermera en un hospital en Miami y está muy cerca de llegar a los ocho meses de embarazo.

“Yo estoy en la casa, gracias a Dios mi hija (Mía) está acá recibiendo clases por Internet; lo de la academia de fútbol que tengo acá está paralizada y mi esposa sí sigue haciendo las labores. Ella es enfermera y asistente de jefatura, entonces se tiene que cuidar, atender pacientes y por el hecho de que ella esté embarazada yo pedí que la tengan un poquito alejada”, relató el exjugador.

Cuando ella se va, él se queda pensando en que ojalá ese día le toque solo estar en el laboratorio.

“Ese es mi deseo para que no se afecte ella ni nuestra bebé; eso es más que todo una reacción para protegerlas y gracias a Dios ha tenido buenos resultados, porque ella sí tiene que atender, pero generalmente no está en contacto con las personas con el virus respiratorio”.

Herron entiende que ser enfermera es la vocación de la costarricense y que él disfruta al verla realizada como profesional en una emergencia como esta, pero también le toca lidiar con la inquietud y el temor que se apoderan de los familiares de quienes están en plena batalla contra el patógeno.

“Es todos los días, yo me levanto temprano, les preparo desayuno tanto a ella como a mi hija y la preocupación es diaria; ella es la que sale, ella es la que se va, yo me quedo acá con mi hija para las clases de la escuela desde la casa, pero es que no sabemos. El coronavirus es invisible, no lo vemos, no sabemos dónde está”, citó.

Y añadió: “Yo le doy gracias a Dios cada vez que mi esposa llega de su trabajo, ella se va directo al baño y la ropa que se quita yo directamente la pongo en la lavadora para sacar todo, por si trae algo. A como la veo, yo calculo que a mediados de mayo la bebé estará con nosotros”.

Esta pareja de ticos tenía en su destino el volver a encontrarse.

“Fue novia mía hace muchos años en Costa Rica y me la volví a encontrar acá, en Estados Unidos. Por una lesión que tuve me la topé y ella me atendió. De hecho, que cuando me habló no la reconocí, porque estábamos muy niños, entonces fue como reencontrarnos, nos tocaba”.

Pendientes de Costa Rica. Herron también expresó que pasa muy pendiente de lo que sucede en territorio nacional y del reporte epidemiológico diario proporcionado por el Ministerio de Salud.

“Mi familia está en Limón, mi mamá, mis hermanos, todos y con ellos me mantengo en contacto diario por WhatsApp y gracias a Dios todos están bien, en casa, respetando la cuarentena y le doy gracias a Dios de que en Limón las personas no se han visto tan afectadas. Yo creo que es muy destacable que Costa Rica lo ha controlado, está bien manejado el asunto y esa es una ventaja”, comentó.

Cifras alarmantes. Estados Unidos es el país con más muertos y personas contagiadas por covid-19. Según el recuento de la universidad Johns Hopkins, ahí, más de 936.000 personas arrojaron un resultado positivo por coronavirus y se registran más de 53.000 fallecimientos por esa causa.

En Florida se contabilizan unos 30.800 casos y 1.055 muertes, cifras menores a Nueva York, la ciudad estadounidense que se infectó más, con unos 282.000 contagiados y 17.000 decesos.

“Todo esto es muy extraño. Nosotros somos de los que respetamos mucho las órdenes que se han dado acá y no salir de casa es extraño, porque uno no ve el virus, no sabe en dónde está, en qué momento te puede infectar. La verdad que viendo las noticias y todo lo que está a nuestro alrededor, es serio”, destacó.

Herron contó que tiene algunos amigos que se contagiaron, algunos de los cuales solo cayeron en cuenta de la gravedad de la pandemia hasta que la experimentaron.

“Tengo un socio que a su hermano le dio el virus, escuchamos su testimonio y la verdad es que ni él sabe dónde se infectó, él lo piensa y no encuentra explicación. Le dio tan feo que ya nos recomendó que lo tomemos en serio y él era de las personas que decían: ‘Nombres, esto no es nada, esto no existe, yo soy fuerte, mi sistema inmunológico es muy fuerte’, pero lo cogió y lo tumbó”.

Herron se siente preocupado por su esposa y sus hijas, pero también él mismo debe tener cuidado, pues tiempo atrás sufrió una trombosis.

“Estuve casi un año y dos meses con antibióticos, estuve internado en el hospital y ya superé eso; claro, queda uno con aquello ahí en la cabeza, porque cuando juego fútbol el pie suele hincharse”, subrayó.

Debido a eso, ya ni siquiera mejenguea de vez en cuando.

“Queda uno con ese daño psicológico de que si tengo el coágulo ahí, de si me vuelve a crecer, qué se yo. No quiero que me sorprenda y lo único que hago es que voy a entrenar a los niños a la academia, estoy de pie y si tengo que hacer alguna explicación la hago, pero es que si estoy de pie mucho tiempo el pie tiende a hincharse”.

Mientras tanto, él vigila que todo en su hogar esté limpio y desinfectado. Además, espera con ansias la llegada de la pequeña Naya.