La Liga se estrella contra la muralla sancarleña

Los Toros sacaron la faena con un gol solitario y un estricto sistema defensivo

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Alajuela San Carlos le arruinó el domingo a la Liga con un cerrojo estricto y puntería para aprovechar su mejor llegada de peligro. Fue un ejercicio de eficiencia, sin lujos, que les permitió a los norteños extraerle la plusvalía máxima a un gol solitario.

Alajuelense ofreció un monólogo intenso pero estéril. Los manudos tardaron en dar acuso de recibo del tanto en contra: se les fue toda la primera parte tratando de reponerse del trancazo que les dio Kenny Cunningham en la red. Fue hasta el complemento que empezaron a golpear, aunque el martillo resultó de hule.

La receta que aplicó San Carlos para derrumbar el último invicto del torneo es sencilla. Al inicio se agruparon atrás y dejaron abierta la persiana del contragolpe. Después se olvidaron de la pelota, que pasó a ser patrimonio exclusivo de los locales, y edificaron un castillo con foso y alambres.

A la Liga le costó encontrar rutas hacia el marco de Donny Grant. Cristian Oviedo salió como volante armador, en lugar de sus típicas responsabilidades como contención, mas tuvo un duelo difícil ante Geiner Segura y Félix Montoya, expertos en trabar la zona de gestación.

En la línea de ataque, Alejandro Alpízar y Mario Camacho también atravesaron problemas ante una defensa de los Toros que no dio concesiones.

Pero San Carlos es mucho más que una colección de forzudos. Manfred Russell juega de saco y corbata, Álvaro Sánchez sabe cómo esconder la pelota y Cunningham tiene sus momentos.

Russell se convirtió en el comandante de la media cancha. Tira las coordenadas y su futbol de toque y gambeta es ideal para sacar faltas. Es el mejor volante de Saprissa en esta temporada ..., solo que no está jugando en Saprissa.

Muralla. En el largo trajín de este Campeonato, Alajuelense va a toparse partidos así, con rivales encuevados defendiendo un gol, o a lo mejor hasta un 0 a 0.

Para ratificar la seriedad de sus aspiraciones, los rojinegros tendrán que saber cómo saltar por encima de tal obstáculo. Ayer estuvieron cerca, aunque como se sabe el éxito del futbol no consiste en hacer méritos, sino goles.

Diego Estrada tomó la franja central en los últimos minutos, para desahogar a Oviedo. Entre ambos generaron buenas llegadas y obligaron a San Carlos a tirarse todavía más atrás. El cuero rondó el área visitante; el arquero Grant anduvo a los revolcones y hasta los defensas tuvieron que ponerse como barricada para detener los remates que llovían de todos lados.

Pero no hubo caso. A la Liga le faltó poner más dinamita para trascender el casi-casi que tanto exaspera a los aficionados.

Los norteños necesitaban una victoria así para demostrar que no son un equipo de vuelo corto: quedaron subcampeones el torneo pasado y estaban debiendo en la presente campaña.

Para Alajuelense es un disgusto. Lo de perder el invicto resulta un dato secundario; la verdadera lección es cómo traducir en goles su dominio. Porque no es la última muralla que se van a topar.