Hace casi tres años, Carolina Venegas jugó nuevamente en el campeonato nacional con Saprissa, como más le gusta verse dentro de una cancha.
No era la primera vez que se ponía la camiseta con la ‘S’ en el pecho, pero tuvo un significado especial porque era su regreso después de estar en el exterior y, sobre todo, luego de superar una lesión de ligamento cruzado.
Fueron 10 meses lejos de las canchas, entre 2018 y 2019, en los que se perdió muchas oportunidades, como representar a Costa Rica en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla.
Probablemente por eso, su amor por Saprissa, ya de por sí muy marcado, creció más, pues el club le abrió las puertas en su retorno.
Hoy Venegas es un estandarte del equipo femenino. Una de las caras más reconocidas cuando se habla de Saprissa o la de mayor identificación con los colores morado y blanco.
La relación empezó cuando también empezó Saprissa, en 2012. Después Venegas tuvo pasos en el exterior y la vuelta siempre fue a casa, como ella misma la describe.
“El fútbol femenino ha dado un salto increíble en Costa Rica y yo estaba pensando en el 2012 y ahora estar sentada acá, firmar un contrato, ver todo el crecimiento que hemos tenido y seguir construyendo para el futuro, es increíble”, mencionó la delantera.
Ese vínculo de camaradería entre Venegas y la institución se prolongará por al menos tres torneos más. Venegas firmó la extensión este jueves, así como su compañera Sofía Varela.
“Estoy muy contenta porque ya lo había pensado, quería quedarme, nunca pensé en irme. Lista para lo que viene y seguir trabajando para que el equipo siga creciendo”.
Como recalcó, desde la llegada de Saprissa al fútbol femenino, hace nueve años, el panorama cambió mucho a favor de la disciplina.
Las moradas fueron pioneras, pero más allá de eso, Venegas recalca la obligación de seguir por el mismo camino.
Y para colaborar con esa construcción, la artillera asegura que seguirá aportando, tanto dentro de la cancha, como la ha hecho con sus más de 100 dianas, como fuera de ella.
“Es como una cultura de equipo, la jugadora de Saprissa es diferente, sabemos lo que representamos (...) Sabemos los valores que tenemos que tener y cómo nos debemos comportar. Como jugadoras de fútbol que somos y en el foco en que estamos ahora, debemos ser ejemplos. Para estar en Saprissa siempre debemos tener un comportamiento adecuado, ganador. Es un equipo sano, de siempre crecer y con mucha disposición y positivismo”, agregó.
Ni siquiera en los momentos de menos bonanza, como sucede recientemente, ve a Saprissa de otra forma que no sea como un equipo ganador.
“De mi parte como jugadora de experiencia, aportar lo mejor. Hay chicas muy jóvenes de mucho talento, entonces de la mano de las más grandes esperamos lograr campeonatos, que es lo que el club pide y lo que todas queremos, porque para estar en Saprissa se debe tener una mentalidad ganadora”.