Los festejos morados, en Heredia y Tibás transcurrieron sin mayores problemas. La Fuerza Pública acordonó desde temprano el estadio Eladio Rosabal Cordero y se quedó hasta las 3 a. m. con vigilancia en varios puntos de la ciudad capital.
Se reportaron siete detenidos, cuatro por posesión de drogas y tres por disturbios.
En la caravana del Monstruo , entre Heredia y Tibás, tampoco hubo problemas.
Sin embargo, los canales de televisión mostraron tomas de riñas en la Fuente de Hispanidad, en San Pedro, y algunos puntos de San José, alejados de los focos principales del festejo.
“Fue un evento que requirió de un gran esfuerzo de nuestra Fuerza Pública. Logramos generar el orden necesario en las afueras del estadio, previo al partido, y durante el encuentro intervinimos para atender situaciones que amenazaban con alterar el orden”, dijo Juan José Andrade, director general del cuerpo de policía en un boletín.
En la Cueva tampoco hubo problemas pese a que los miles de aficionados superaron en mucho a la seguridad presente.