La expulsión de Óscar Duarte cambió la historia del partido

Tarjeta roja al zaguero morado en el 20’ varió significativamente el libreto de Guimaraes

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La tristeza de un actor en el fondo de un camerino, mientras la acción palpita allá arriba, debe ser uno de los estados de soledad más grandes que alguien pueda experimentar.

“¿Qué hice?”, se preguntará aún hoy Óscar Duarte, después de que sufrió un par de tarjetas amarillas perfectamente evitables.

La expulsión del zaguero saprissista dejó a su equipo acéfalo desde el minuto 20, cuando la diestra de Henry Bejarano mostró autoridad y la siempre temible tarjeta roja.

Lejos estaba de pensar Duarte en las secuelas de la frenética danza de gladiadores que había escenificado con su rival Emiliano Gómez en la aurora del encuentro.

Luego del forcejeo que les valió a ambos la tarjeta amarilla, en los instantes previos a un tiro de esquina, Duarte reincidió al incurrir en una nueva torpeza (intentó anotar con la mano), a la postre definitiva.

Es cierto que en el segundo tiempo, al minuto 71, el santista Esteban Maitland también fue expulsado. Mas, a esas alturas del partido, la salida abrupta y tempranera del morado Duarte se había instalado ya como uno de los puntos de inflexión en la historia del juego.

Voces del Santos. “Usted tiene razón. Creo que no supimos aprovechar que contábamos con un hombre más en el primer tiempo.

“Pero más que eso, pienso que lo que nos pasó, realmente, fue que entramos acelerados y nos comió la ansiedad”, reconoció Emiliano Gómez, con hidalguía y buen verbo.

“Vinimos a proponer, los tuvimos contra el arco, lastimosamente nos expulsaron a nuestro jugador (Matilant, al 71’), pero como te digo, la definición fue lo que nos faltó para empatar, al menos”, añadió Cristian Lagos, ariete y capitán.

“Siento que pagamos caro los primeros minutos, cuando nos vimos desconcertados, pero después le sacamos la pelota a Saprissa y, desgraciadamente, fallamos las oportunidades de gol”, comentó Maximiliano Ardetti.

Entre tanto, César Eduardo Méndez, timonel caribeño, ejerció la autocrítica ante el micrófono. “Jugamos y generamos posibilidades de gol, pero no anotamos. Entonces, el trabajo no estuvo completo”, reconoció Méndez.

“Uno planea los juegos, escoge a sus figuras y diseña los movimientos tácticos y estratégicos. Pero, finalmente, son los jugadores los que están en la cancha. Son ellos los únicos que pueden cambiar las cosas”, puntualizó el timonel.

Versión morada. “Somos conscientes de que estos partidos hay que iniciarlos y terminarlos con 11 jugadores”, manifestó el medioampista Douglas Sequeira.

Fue su manera de responder ante el cuestionamiento de las repetidas expulsiones que ha sufrido el equipo morado en fases decisivas, como la presente.

“Comenzar y terminar con 11 jugadores”. Hay pactos de cofradía en la intimidad de los vestuarios. Son acuerdos tácitos que impiden al periodismo precisar lo que ocurre puerta dentro, en los intermedios o al final de los partidos.

Mas, de las palabras de Douglas Sequeira, un referente del Saprissa, se podría inferir que la expulsión de Duarte provocó fuertes reprimendas al interior del plantel.

Pero no lo podemos asegurar.