Saprissa le entregó ayer a José Carlos Cancela las riendas de su mediocampo y de paso le asignó una tarea: ser el líder del equipo morado en su camino al título 30.
La directiva no quiso darle largas al asunto, y menos de 24 horas después de que el volante uruguayo anunciara su salida de Herediano, le colocó la camiseta morada y se lo entregó al saprissismo.
“Hoy oficializamos la llegada de José Carlos Cancela al Saprissa, con él se llegó a un acuerdo y el contrato se firmó hace pocos minutos. Él se vincula a la institución morada por una temporada, esto es un claro reflejo de que vamos por el título”, dijo ayer Juan Carlos, el presidente del conjunto tibaseño.
Así, aquel volante que en 2003 llegó al país para intentar sacar a Saprissa de su crisis, volvió a aparecer en Tibás con el mismo aire distraido con el que llegó hace nueve años, y con la misma obligación de llevar al equipo al título.
Eso sí, lo hizo con mayor conocimiento del medio, con dos títulos nacionales encima; y sobre todo, con la confianza de la experiencia.
Apuesta. A sus casi 36 años, Cancela ya no es aquel joven que el saprissismo conoció: Difícilmente les volverá a dar penales a punta de individualidades, aunque sí conserva su cobro privilegiado de tiro libre.
Ahora, más bien, su nueva figura ha madurado para ser ese “10” de experiencia que Daniel Casas solicitó con ahínco en su presentación, y con el que ahora cuenta para llevar la voz de mando en el terreno.
“Uno tiene las cosas claras, sé adónde vengo y a qué vengo, pero también es bueno decir que dentro del plantel hay jugadores de mucha experiencia que saben lo que es empujar. Yo vengo simplemente a sumar desde mi lugar”, afirmó el jugador sobre ese rol de líder que le tocará asumir desde ya.
A él le tocará comandar un mediocampo en el que proliferan las piernas habilidosas pero también la juventud, una combinación que la directiva espera, bajo su guía, les abra las puertas del éxito.