Si en Cartaginés la defensa es un estandarte, en el bando de enfrente el credo es esa febril capacidad ofensiva que fecha a fecha exhibe el Team .
Ese ataque curtido a punta de finales es la gran apuesta de Herediano para alcanzar el título 23 y la razón de que la feligresía florense transpire confianza por cada poro para el duelo de esta tarde.
Un promedio de más de dos goles por compromiso explica esos 52 tantos que cosechó en 24 juegos, cifras que lo hacen el más goleador de los 12 equipos que vieron acción en el actual Verano.
Víctor Núñez y Yendrick Ruiz se reparten el título del goleo con 10 celebraciones cada uno, una carrera que de paso definirá además el máximo artillero del certamen.
Pero más allá de los números, quizá lo más destacable de este Herediano es su capacidad de hacer daño por cualquier flanco.
Si hay que explotar las bandas lo hacen, si se trata de jugar por el centro también y cuando todo falla las individualidades o la táctica fija están a la orden del día.
Yosimar Arias se encargó este torneo de recuperar su protagonismo de antaño y ahora es el conductor florense.
Junto a él, Ismael Gómez es un complemento con su visión de juego y remate de media distancia.
El regreso del Mambo y la constancia de Ruiz son también parte de la clave, los dos son la pareja de atacantes más temible de la Primera y Núñez, de paso, el motor que puso a caminar al mejor Herediano.
A todo eso hay que sumarle velocidad y eficacia arriba, una combinación que Saprissa demostró en algún momento que es letal para la barrera blanquiazul.
Doble filo. Esa vocación ofensiva ha sido también el gran calvario florense, porque en su afán de irse al ataque deja espacios atrás.
El Team es uno de los equipos más goleados de este certamen, algo que solo minimizan por su capacidad goleadora.
Esa situación podría complicarles las cosas ante un equipo que se repliega bien y juega al contragolpe: caso exacto del Cartaginés.