Pasan las horas y el trago amargo de la eliminación no es fácil de digerir en Alajuelense.
A lo interno del club saben que Saprissa hizo méritos para obtener su pase a la final, porque a los morados hay que rescatarles el carácter con el que afrontaron la semifinal.
Los manudos también piensan que el arbitraje influyó en los marcadores de ambos juegos, pero admiten que es un factor que se escapa de sus manos.
En realidad, lo que molesta a lo interno del club es que la misma Liga se puso la soga al cuello, al encadenar una serie de fallos en los dos partidos en los que tenía prohibido equivocarse.
La serie fue una pesadilla para un cuadro rojinegro que se confió en exceso de sus propios números.
Ganar la fase regular en forma invicta, y con un nivel muy superior al de sus once rivales, lo único que realmente le daba a Alajuelense era clasificar a las semifinales con el plus de cerrar en casa.
Aunque a muchos aficionados les incomodaba cada vez que se hablaba del borrón y cuenta nueva con que se jugaría la segunda fase, era la cruda realidad.
Todos estaban advertidos y el formato no es excusa. Durante el torneo los jugadores y el cuerpo técnico sí hacían alusión a que no les parecía que el liderato general no otorgara ningún beneficio, pero era lo que había y no podían hacer nada más que prepararse para esa instancia, en la que fallaron.
Si hay algo cierto es que lo que mal empieza, de igual forma termina; y para la Liga fue la crónica de una muerte anunciada.
Los rojinegros lucieron desenchufados en el arranque, tanto en Alajuela como en Tibás. Sus males comenzaron con los goles tempraneros recibidos en ambos juegos.
El balón parado fue un calvario para el equipo de Andrés Carevic. En el juego de ida, Esteban Espíndola anotó en el minuto 1 con la complicidad de un Leonel Moreira que se quitó el traje de héroe que había vestido desde que llegó al club para ponerse el de villano, del cual no logró despojarse durante la serie.
Cinco minutos después cayó un autogol de Yurguin Román y en el minuto 23 se validó un gol en fuera de juego de Christian Bolaños. Alajuelense perdía 3-0 en la casa morada.
Los fantasmas del pasado revivían en la Liga. No se trataba del aficionado que disfruta más el ponerse una sábana blanca con un número que la camisa de su propio club, sino de los recuerdos nada gratos acumulados por el liguismo durante esa extensa sequía que vivió antes de conseguir la copa 30.
Antes de terminar ese primer tiempo de la serie, Alajuelense descontó con un penal de Bryan Ruiz.
La Liga recortaba más terreno con una anotación de Alonso Martínez luego de un pase de Johan Venegas.
Bolaños convirtió el cuarto tanto morado con un cabezazo. Los manudos tuvieron otra opción, mediante un nuevo penal.
Ruiz lo cobró y fue una especie de lanzamiento a lo Panenka, pero mal tirado. El remate sueve y al centro lo tapó con una mano Aarón Cruz. En el rebote, el capitán rojinegro no pudo convertir. Luego Johan Venegas marcó el 4-3 y todo quedaba para resolverse en el Morera Soto.
Durante el juego de vuelta, Moreira se equivocó de nuevo. Tenía el balón en sus manos y se aprestaba a hacer un saque. Mariano Torres lo obstruyó y él le dio un codazo. Henry Bejarano lo expulsó, pero además pitó penal, que fue anotado por Bolaños.
Poco después, el saprissista Wálter Cortés se marchó también por doble amarilla.
Luego, en una de las jugadas polémicas de la noche, el mexicano Daniel Arreola anotaba de cabeza en una jugada de tiro de esquina.
Sin embargo, segundos antes, su compañero Fernán Faerron recibe falta en el área. Bejarano invalidó la anotación y señaló penal. Luego decretó que era gol y después de varios minutos indicó que era penal.
Ruiz, que había fallado una ejecución el domingo, tomó el balón, tiró y de nuevo Cruz se lo tapó. En el rebote, con el marco libre, el disparo del “10″ se fue por encima del marco.
Hubo otro penal. Esta vez lo ejecutó Daniel Arreola, quien estrelló el remate en el poste y luego aprovechó el rebote para anotar. Luego de un segundo show arbitral, Bejarano finalmente lo dio como gol.
Alonso Martínez marcaría después el segundo tanto erizo. En ese momento, la Liga tenía la serie a su favor por el criterio del gol visita; pero llegó un pecado más.
Como había ocurrido en su estadio, en diciembre de 2019, los manudos no lograron sostener la ventaja y más bien vieron caer el empate anotado por David Guzmán. Al final, Saprissa se dejó la serie por 6-5.
Al equipo que en la fase regular ningún rival le había marcado más de un tanto, en la semifinal tuvo problemas en la zaga y en el arco.
Los lanzamientos de penal fueron un dolor de cabeza porque los dos cobradores no estuvieron finos.
A eso se le añade la insistencia con un Marcel Hernández que no estaba en su momento y que justamente empezó una sequía desde el intento fallido por obtener una autorización en el juzgado para que pudiera viajar a Atlanta con el equipo.
Por si fuera poco, vuelve a quedar en entredicho la lectura de juego de Andrés Carevic en instancias finales y los cambios a destiempo.
En redes sociales, los aficionados pusieron sobre el tapete la discusión sobre qué tanto pesó la ausencia de Geiner Segura en esta semifinal.
Ante eso, Agustín Lleida fue enfático en afirmar: “No, no pesa nada, cero. Cero. No, no pesa nada”.
No es la primera vez que Alajuelense hace un muy buen campeonato en la etapa regular y en las segundas fases se cae.
“Dimos la vuelta a la eliminatoria a pesar de todas las circunstancias que pasaron, a diez minutos del final nos empataron y con ese resultado pasa Saprissa.
“Esto es fútbol, al final se sacarán muchas conclusiones porque con el periódico del lunes es muy fácil sacar conclusiones y opinar, pero nosotros sabemos cómo es esto, tenemos que afrontarlo.
“Y yo entiendo que la gente ahora está muy caliente, muy encendida y los comprendo, porque esto del fútbol es muy emotivo, pero nosotros tenemos que tener la cabeza fría y saber lo que hicimos durante todo el semestre”, expresó Lleida.
Y agregó: “Porque fue muy bueno durante todo el semestre y que como digo, cuando se hacen las cosas como las hicimos, tienes más posibilidades de ganar que de perder. Se nos dio así, pero el semestre que viene volveremos a estar otra vez arriba”.
La Liga salió a vacaciones antes de lo que tenían previsto. A los jugadores les comunicaron que la pretemporada iniciará el 16 de junio.
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