Saprissa le abrió la puerta a los cuestionamientos en el peor momento posible, de cara a dos juegos determinantes y con el cierre del Torneo de Verano encima.
El segundo tiempo de espanto ante Puntarenas, pero sobre todo las fuertes palabras de Rónald González tras ese duelo, atizaron una crisis que se creía extinta luego de la buena racha de resultados, pero que ahora regresó para acosar al equipo de Tibás.
Con dos derrotas consecutivas en su espalda, la S se prepara para dos juegos que podrían decidir mucho de su boleto a semifinales y que serán solo el preámbulo de un cierre por demás complicado para el apurado Monstruo.
González apenas tendrá tres días para levantarle la moral a un conjunto que él mismo reconoció no exhibe ni el futbol ni la actitud necesarias para soñar con la clasificación, porque ese es todo el tiempo que tiene antes de que choquen con el solitario líder.
Serán también tres días para levantarle el futbol, con entrenamientos, variantes o un poco de las dos, porque si algo parece tener claro el timonel es que su base le dejó de responder.
Y todo eso lo echará la S a su maletín el domingo cuando viaje a Cartago, en un visita propicia para que los brumosos midan de qué está hecho su principal perseguidor, un duelo de revancha y obligación luego de que el líder saliera triunfante de la Cueva.
Una semana después llegará el otro duelo a muerte de esta intermitente S, ante un Alajuelense igual de asustado por lo cercano del cierre del certamen.
El clásico será, cuando menos, un oportunidad de medir fuerzas entre dos rivales que podrían volver a verse las caras en las semifinales, si es que componen sus caminos en lo que falta del torneo.
Pero para Saprissa, además, supone limpiarse la cara luego de aquella humillante derrota en Alajuela 3-1, en un partido donde cambiaron frustración por patadas.
Más allá. El calendario tibaseño se acomodó para que su cierre fuera lo más complicado posible.
Aparte de los dos cruciales juegos ante brumosos y manudos, antes de que lleguen las semifinales los morados tendrán que pasar por la mira de otros tres aspirantes directos al boleto.
Fuera del colero Limón, Pérez Zeledón, Carmelita y Herediano se encargarán de complicar el cierre de la fase regular a los dirigidos por Rónald González.
Así, al Saprissa solo le resta mejorar o quedarse, demostrar que tiene con qué pelear el título o ver cómo se acumula otro torneo en esa larga pila de intentos fallidos.