Keylor Navas causó revuelo en primer regreso a Costa Rica tras firmar con el Real Madrid

Meta nacional no se cansó de posar para cámaras y tampoco de firmar autógrafos

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Alajuela. Un cúmulo de cámaras, micrófonos y cerca de 15 periodistas esperan. Los taxistas abandonan sus carros y sacan sus celulares, otros curiosos que aguardan por sus familiares hacen lo mismo.

En la puerta de salida de los vuelos entrantes a Costa Rica, esperan dos oficiales de la Fuerza Pública. “Señores de la prensa, para no obstruir vamos a colocar a Keylor a un costado del pasillo”, anuncia uno de ellos.

Keylor Navas, el portero del Real Madrid , había arribado junto con Celso Borges, Joel Campbell, Bryan Ruiz y Júnior Díaz a suelo nacional desde las 3:17 p. m., pero eran las 3:30 y todavía no salía.

Una señora que aparece desde el interior es la encargada de dar la alerta: “Ya viene”.

El cuidapalos no es el primero en salir, un risueño Bryan Ruiz comanda la salida de figuras. Detrás, a 15 segundos, se asoma Navas, sin guardaespaldas, ni medidas de seguridad.

“Keylor, Keylor, Keylor”, se escucha en todo tipo de tono de voz. La prensa pasa de tumulto a bodoque, se hace toda un puño, mientras el arquero no podía dar un paso sin tener que sonreír y posar para un celular.

Logra llegar frente a las cámaras. El portero nunca ha sido de declaraciones explosivas, pero tampoco se caracterizaba por ser escueto. Ayer solo respondió cinco preguntas en cuestión de 50 segundos.

“Vengo tranquilo, con ganas de seguir esforzándome, quiero seguir dándolo todo por mi país”, expresó.

Kristian Arguedas, vocero del jugador, comentó que esto se debió a un protocolo personal.

“Estaba planeado que hablara rápido, en la concentración hablará un día en conferencia, pero no atenderá a medios por separado”, explicó.

Un par de fotos con seguidores e inicia el caminar rápido hacia el parqueo de la terminal.

Un camino que se hace en 30 segundos tardó como cinco minutos para el mundialista de Brasil y con una que otra anécdota.

“¿Qué Navas... no me presta el Lambo?”, se escuchó. “Bravo Keylor”, gritó una niña.

La cifra de 20 fotografías cedidas se queda corta para el madridista, quien al consultarle sobre el recibimiento que le dieron solo dijo: “Estoy muy contento y muy agradecido con Dios”; la sonrisa en la cara nunca se le borró.

Sin duda, el más afortunado de todos los fans del cuidapalos fue el más fiel. Daniel Fernández, vecino de Grecia, acostumbra recibir y despedir al nacional desde que juega en el exterior. Ayer le pudo dar la mano y entregarle una bandera nacional.

En tal locura por el arribo del finalista por el Guante de Oro de Brasil 2014, poco importó que figuras de Paraguay como Hernán Pérez (compañero de Joel Campbell en el Olympiacos de Grecia en la temporada 13-14) estuviera casi una hora en una de las cafeterías externas sin ser reconocido.

20 minutos después de la salida de Navas, apareció su esposa Andrea Salas acompañada por sus dos hijos: Mateo y Daniela.

El legionario más reconocido causó revuelo sin necesidad de hablar mucho, ya que él acostumbra a comunicarse con fútbol más que con palabras.