Jugadores dan respiro al Barrio

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Los futbolistas de la Universidad de Costa Rica, Minor Díaz y Pablo Salazar, se hicieron presentes ayer en las oficinas de la Unafut para pedir que quiten el impedimento de programarle partidos a la franquicia de Liberia Mía, cuya plaza en Primera División la utiliza el equipo de Barrio México.

A las 11 a. m., los jugadores y su abogado, Alexis Víquez, llegaron con el documento que le permitiría al equipo de la franja jugar sin ninguna restricción, eliminando así el plazo que le habían brindado anteriormente y que vencía el próximo lunes.

La decisión de los universitarios se basa en la detención de Minor Vargas en Estados Unidos, lo que imposibilita al empresario para cancelar la deuda con ambos futbolistas, la que asciende a $200.000.

“Sabemos que Minor Vargas no va a pagar y si no levantamos el embargo, el club Barrio México tendría problemas, con lo cual afectaríamos a los colegas de ese equipo. Por ellos solicitamos que se levante el embargo para llevar tranquilidad a los jugadores”, dijo Díaz.

Consultado Díaz cómo harán para recuperar el dinero que les adeudan, indicó que “no le vemos problema en eso porque don Minor puso a responder la franquicia de Barrio México y si no se nos cancela será rematada, entonces más bien a nosotros nos sirve que el equipo juegue para que así la franquicia no pierda valor”.

Agregó que el Juzgado de Trabajo de Heredia dio plazo al último día de este mes para que Vargas les pague. “Sabemos que esto no será así, entonces, vendrá el remate”, aseveró.