¿Su llegada a Herediano representaba más un regreso a casa?
De eso no hay duda. Siempre contesto de la misma forma porque así lo siento: cuando tomé la decisión puse muchas cosas en la balanza, estoy agradecido con Saprissa, pero estoy muy contento con la decisión de volver y ahora queda seguir haciendo lo que me gusta.
¿Su objetivo era alcanzar el protagonismo que había tenido con Herediano torneos atrás?
Eso está siempre, el día que pierda eso no juego más al fútbol. Todos los días me levantó para entrenar, porque es lo que me gusta hacer, y para poder jugar el fin de semana. Ya después las decisiones quedan en manos de los entrenadores, pero el día que pierda las ganas de levantarme a entrenar, mejor me quedo en mi casa y no juego más.
¿Dentro de ese análisis estaba la posibilidad de jugar sus últimos torneos en Herediano?
No he pensado en eso, pienso en el día a día, porque el fútbol así me lo enseñó. El fútbol es presente y hay que trabajar al día para poder ganarse las cosas; no soy de las personas que piensan que por lo que se haya hecho tenga ventaja sobre alguien, lo que uno haya hecho antes, más allá del club en el que esté hoy, es pasado; por eso me levanto todos los días para tratar de mejorar, más allá de que tengo muchos años en el fútbol –y muchos años también–, soy de los que piensa que cada día hay que mejorar y aprender.
¿Le tocó llegar a Herediano en una época de muchísima competencia interna?
Cuando llegué era muy diferente, no solo la competitividad, sino muchísimas cosas; el club ha cambiado mucho en los últimos años; uno lo ve en la calle, en los partidos y en el plantel, no tengo duda que muchos jugadores que apuntan a los equipos grandes piensan en Herediano porque es un equipo que en los últimos torneos ha estado peleando el título. Después de muchos años y esfuerzo de jugadores, directivos, afición, Herediano se ha ganado un lugar merecido.
¿Esa competencia es la causa de tener pocos minutos de juego?
A mí la competencia es lo que me gusta y aquí ha estado siempre, no solo para mí, cualquier jugador que pone un pie en el club lo primero que tiene que saber es que aquí la competencia es todos los días, uno tiene que dar el máximo, más allá de la situación que se esté pasando en el torneo. Todos tenemos oportunidad de jugar, unos más unos menos, siempre habrá chance.
¿Físicamente, está en condiciones para jugar los 90 minutos?
Claro, me siento muy bien, no tengo ningún problema, entreno al ritmo de mis compañeros y trato de mejorar siempre.
¿Siente que tiene una labor de líder dentro del camerino?
Aquí tenemos la suerte de contar con un camerino que ha pasado muchísimas cosas juntos, son muy pocos los que se han ido del club, la mayoría nos hemos mantenido en los últimos años. Si le ponés la banda de capitán a Lula, es capitán para todos, si se la ponés a Pablo (Salazar), Cubero, Mambo o Mínor, son capitán para todos, a la hora de tomar decisiones hay cuatro o cinco jugadores que por trayectoria manejamos ese tipo de situaciones, pero a la hora de salir a la cancha, por la madurez y la situaciones que hemos vivido en los últimos años, cualquiera tiene la potestad de portarla.
¿En un futuro, se ve trabajando en Herediano?
No lo sé, seguramente cuando tome la decisión de no jugar más daré el paso que haya que dar, si es en club, obviamente que sería algo muy lindo para mí, pero es algo que no me he planteado aún. No es quitarme la pregunta, vivo el día a día y así me he manejado siempre, disfruto lo que se viene mañana, jugar y darlo todo, las decisiones a futuro ya habrá tiempo de tomarlas.