El técnico colombiano Jorge Luis Pinto y la futbolista costarricense Shirley Cruz fueron ovacionados por las 12.000 almas manudas que visitaron el Estadio Nacional este domingo.
El primero en entrar a escena fue Pinto, quien fue al centro del campo para recibir unas palabras del presidente Fernando Ocampo. Posteriormente recibió una camiseta con el dorsal 98.
El cafetero saludó a los titulares de Once Caldas y de la Liga. Hizo el saque de honor que se estrelló en los pies de Patrick Pembeton.
LEA: Jorge Luis Pinto afirma que algún día volverá a dirigir a Alajuelense
A Pinto se le vio diferente. Con otro semblante. Lejos del estrés que se vive en eliminatoria mundialista. El timonel se acompañó de familiares en este día.
La afición del sector norte despidió a su extécnico con cánticos de agradecimiento por su desempeño en el plantel, mismo con el que ganó dos títulos nacionales.
"Vine por la invitación que me externó un amigo. Estoy muy contento de estar aquí. Le tengo mucho cariño a esta institución", aseguró Pinto.
Y agregó: "Esto es más importante, o tiene más sentimiento que una copa o trofeo, por el cariño y sentimiento que lo hacen".
Ya en el entretiempo fue el turno de la legionaria Shirley Cruz. La volante del PSG de Francia saltó al terreno de juego y fue recibida por más de cien niños y niñas.
Cruz también recibió la camiseta con el 98 en su espalda. También estuvo en el cántico de cumpleaños a la institución.
La seleccionada nacional brindó un corto, pero emotivo mensaje por el altavoz del estadio. Primero comenzó por desear un Feliz Día del Padre a los presentes y luego a brindar un mensaje de apoyo a una institución de la que es fiel seguidora.
"En ocasiones hay momentos difíciles pero se puede salir adelante", externó la capitana, quien era asediada por los pequeños en el césped del Nacional.
La jugadora se despidió con un grito de aliento para el club y con el deseo de que en el próximo semestres se alcance el ansiado título 30.