¿Cuál fue el mayor acierto de la política de contratación en la época en la que usted estuvo en la dirigencia de Saprissa?
Se quitó la política de contratar extranjeros porque así lo consideramos mejor, lo cual tuvo muy buen suceso porque eso fue lo que permitió que los jóvenes de las divisiones menores se involucraran más y vieran que tenían la oportunidad de llegar más fácil.
“Muchas veces muchos jóvenes dicen ‘ya voy a llegar’ y ven que llega un Tortugol. Ahí se acaba la ilusión y se comienzan a desmotivar. Yo creo que esa fue una política acertada y dio muy buenos frutos. La prueba es que nunca se habían conseguido tantos campeonatos en tan poco tiempo como en esa época, sumando Concachampions y el tercer lugar del Mundial de Clubes, ahí está escrito en la historia y solo con ticos”.
¿Cuando llegó vio necesidad de reforzar al equipo?
Cuando nosotros llegamos fueron muy pocas las contrataciones, tres o cuatro; recuerdo a Try Bennett, Gerald Drummond y José Luis López.
“Hubo momentos en que si nos hacía falta un jugador, pues tratábamos de no contratar pero al final de cuentas se hicieron algunas contrataciones como la de Alejandro Alpízar en su momento, pero fueron muy pocas”.
¿Cuál era el procedimiento de contratación de jugadores?
Era una organización perfectamente definida. No se manejaba nada caprichosamente ni con base en directivos que muchas veces no saben de futbol. En la toma de decisiones participaban el director deportivo Jeaustin Campos, Hernán Medford, Óscar Ramírez, Carlos Santana y Enrique Rivers.
¿En el balance de las contrataciones siente que acertaron?
No es lo que yo sienta, ahí están los resultados, eso está escrito con números en la historia futbolística de Costa Rica.
¿Qué opina de las contrataciones que se hacen antes de nombrar a un director técnico?
Error, eso es un error. El director técnico es el que debe de estar conforme con los jugadores. Por decirte una cosa, el técnico (Hernán Medford) solicitó específicamente a Alejandro Alpízar, y él venía de estar en Alajuelense, lo cual era problemático, todo eso se analizó. Se sabía que en esos momentos había un ambiente un poco convulso en el camerino de la Liga, entonces cuando llegó Alejandro Alpízar yo hablé delante de él y le dije: o se comporta o en la primera que haga va para afuera y quiero que me firme el contrato en esas condiciones, y así firmó. La decisión de quién llegaba era del cuerpo técnico, es lo que se ocupa para jugar y ellos tienen la palabra.
¿Qué opina de los casos de jugadores que llegan en su mejor momento y no destacan?
Es que no les dan la oportunidad, entonces llegan ahí a estar de banca y muchas veces ni de banca están. Por ejemplo, a ese Tortugol (Gustavo Fernández) cuántas oportunidades le dieron, desde que llegó se vio que era un fracaso igual que este señor (Ricardo) Costa, aquí llegó diciendo que era un goleador y ya luego dijo que no, y si te metes a las estadísticas que hoy en día con internet es muy difícil que le vean la cara, en toda su historia profesional ha metido 21 goles. Esa cantidad los mete Víctor Núñez en una temporada.