Crónica: Jonathan McDonald se comió la ansiedad eriza para defender el liderato de Alajuelense

El delantero erizo, quien tenía previsto perderse cinco partidos por una dolencia solo faltó en tres, para aparecer antes y convertirse en el héroe manudo en el juego ante Limón.

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Luis Diego Arnáez estaba listo para tirar una botella contra el césped por tercera vez, Carlos Castro con media cara tapada con un chaleco no quería ver lo que sucedía; en el banquillo rojinegro todas las caras eran largas... Hasta que apareció Jonathan McDonald.

El delantero erizo, quien tenía previsto perderse cinco partidos por una dolencia solo faltó en tres, para aparecer antes y convertirse en el héroe manudo en el juego ante Limón.

McDonald consiguió en el minuto 90 la diana que le permite a la Liga continuar en la punta del Apertura 2018, además de que fue el artillero encargado de abrir un cerrojo caribeño que se había hecho cada vez más impenetrable conforme avanzaba el duelo.

Desde el minuto de partido, la ansiedad por la victoria fue notoria en las tiendas rojinegras: remates de larga distancia sin dirección, pases precipitados y mucha jugada individual fueron los ejemplos más claros.

La presión por mantener el primer puesto del Apertura 2018 se comía a los erizos, quienes salieron al campo con dos nombres fuera de lo común: Maalique Foster y Alonso Martínez, un juvenil ofensivo que ocupó la lateral derecha.

Foster, el jamaiquino que llegó a inicios de setiembre al país, por fin tuvo sus primeros minutos, empero solo le sirvieron para mostrar destellos de lo que puede dar. No fue sobresaliente y salió de cambio en el minuto 67.

Limón planteó un partido muy correcto en la parte táctica y en defensiva consiguió formar un bloque de hasta seis hombres, situación que trabó la fortaleza local: las bandas.

Con el partido bloqueado, Luis Diego Arnáez tuvo que recurrir a un banquillo profundo: Alex López y McDonald.

El hondureño entró a darle dinámica a la zona medular, recuperó pelotas y sirvió a los espacios, mientras que el goleador se encargó de matar el duelo.

A partir del minuto 70 Alajuelense fue el dueño del cotejo y empezó a luchar contra un mal propio: la desesperación.

Jonathan Moya no pudo definir en un frente a frente con Dexter Lewis, Róger Rojas tiraba de cualquier sector y los centros de López, Allen Guevara y Christopher Meneses salían pasados, sin precisión.

Sin embargo, en el minuto 89 un servicio a profundidad de Meneses encontró a un destapado Rojas, el catracho mantuvo la calma, se adentró en el área contraria y sirvió a Mac.

El goleador del torneo llegó a once tantos y enloqueció un Morera Soto que sufría con el ¡uyyyy! cada acción.

Arnáez, al final sí tiró la botella, pero de felicidad, Carlos Castro mandó a volar el chaleco y la Liga se aseguró el primer lugar una jornada más.

Al final se dio una gresca entre limonenses y manudos que dejó al caribeño Greivin Méndez expulsado. Sentir que tanto esfuerzo defensivo se iba por la borda provocó que la desesperación cambiara de camisa.