Jeffry Mora, el aficionado que inspiró a Alajuelense para ganarle a Saprissa

Es de Coronado, pero vive en Moravia; es invidente, tiene 31 años, es un fervor aficionado de los rojinegros y sirvió como motivación para que los integrantes de la Liga ganaran por 2-0 el primer round contra el Monstruo

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Un día antes de que comenzara la serie semifinal entre Alajuelense y Saprissa, los manudos recibieron una visita muy especial de Jeffry Mora, quien siempre atesorará en su corazón la tarde – noche de ese viernes 29 de abril de 2016.

Es de Coronado, pero vive en Moravia; es invidente, tiene 31 años, es un fervor aficionado de los rojinegros y sirvió como inspiración para que los integrantes de la Liga ganaran por 2-0 el primer round contra el Monstruo.

Alajuelense publicó en sus redes sociales una producción en la que se muestra como los jugadores ingresaron a una charla y les proyectaron un video de Jeffry que captó Andrés Gómez, otro seguidor del León.

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En esas imágenes se muestra como Jeffry desde la gradería vivía con mucha pasión el partido del pasado 24 de abril entre la Liga y Cartaginés.

"Yo lo veo celebrando, que anda con un audífonos gigantes y que es no vidente; para mí era increíble que él estuviera ahí, que no pudiera ver el partido, pero que estuviera con el equipo. Uno escucha a gente que no va al estadio porque el equipo está mal; la Liga venía jugando mal y que él esté ahí, haga todo lo imposible, solo, es impactante", manifestó Andrés Gómez, quien está impresionado porque ese video que subió a Facebook tiene más de 60.000 reproducciones.

Gómez pensaba que esa publicación le llamaría la atención a sus amigos liguistas, pero el post se hizo viral y a través del departamento de prensa llegó al primer equipo.

Los jugadores estaban en silencio, viendo las imágenes de Jeffry que les proyectaban y que por sí mismas los motivaban; pero faltaba lo mejor, para ellos y para ese apasionado seguidor que los ve con los ojos del alma.

Javier Delgado abrió la puerta de la sala de prensa donde estaba desarrollándose la charla y entró Jeffry, a quien el mismo técnico había ido a recoger a Moravia.

Por instinto y de forma inmediata, los jugadores comenzaron a aplaudirle, retribuyéndole ese apoyo que él les da desde la grada.

"Siempre la Liga me ha transmitido cosas muy positivas. Desde los 31 años que tengo de ser aficionado a la Liga siempre me ha transmitido muchísima humildad, muchísimo trabajo, muchísima fuerza, muchísima lucha a veces en contra de muchísimas cosas, internas y externas; gente a la que le ha tocado duro y se ha sobrepuesto a muchas cosas, como por ejemplo a (Jonathan) McDonald", le dijo Jeffry a los manudos.

"Él ha tenido que pasar muchas cosas, pero tiene un carácter de luchador, de guerrero, el cual admiro muchísimo y es una bendición que siga dándolo todo por la Liga y que siga transmitiendo de pronto tanta fuerza, tanta energía", reseñó, sin imaginar que esas palabras llegaban directo al corazón de McDonald.

El propio atacante fue quien subió a la plataforma en la que estaba Jeffry al frente del grupo y le entregó una camisa autografiada por todos.

"Lo que dice usted que nosotros tratamos de transmitirle es lo que nos han transmitido los jugadores que estaban antes de nosotros, los valores que representa la Liga Deportiva Alajuelense; la verdad que es un ejemplo de vida para todos nosotros, que creemos que tenemos días malos o cosas que nos pasan y nos ahogamos en un vaso de agua como dice el profesor y verlo a usted es una de las razones por las que nosotros damos un extra más, usted y muchas otras personas nos impulsan y nos motivan porque les damos una alegría", le respondió Jonathan McDonald.

Foto: Prensa Liga Deportiva Alajuelense

Jeffry no dejaba de sorprender a los manudos; sacó su guitarra y les cantó.

Luego vino el momento de saltar a la cancha y Jeffry estaba muy contento, porque trotó al lado del lateral Cristopher Meneses; los jugadores lo invitaron a comer ceviche y Johnny Acosta lo llevó de vuelta a su casa; una vivencia que este guerrero de la vida calificó como "increíble" en charla con La Nación:

- ¿Cómo fue la experiencia de visitar al equipo y compartir con los jugadores?

Fue increíble e inolvidable y uno se da cuenta de que no estaba equivocado. Me trataron como uno más, todos en la Liga son como una familia; comenzando por don Javier Delgado, don Ferlin Fuentes es demasiado buena gente y los jugadores ni se diga.

- ¿Se emocionó cuando lo invitaron y cuando llegó Javier Delgado por usted?

Sí, la verdad es que no me lo esperaba y me motiva ver que pude darle apoyo al equipo en el arranque de las semifinales. Me llevaron y fue muy bonito porque también les liberé un poquito de tensión. Vea lo que pasó con el muchacho de Saprissa, David Guzmán, la gente está muy tensa, están todos muy tensos y yo quería mostrarles el sentimiento que uno tiene hacia la Liga.

- ¿Desde cuándo es seguidor de la Liga?

Desde chamaquillo, pero mis papás nunca fueron de ir al estadio. Después de viejo fue que comencé a ir solo porque ya me dejaban ir a todo lado. Me gusta ir, cuando puedo voy, es vacilón.

- ¿Usted quería decirle algo en especial a Jonathan McDonald?

Es que le ha tocado duro, pero el hombre ha aguantado. La forma de jugar de él le refleja a uno esa lucha, esas ganas, a pesar de los momentos difíciles y uno se siente identificado con esto. Uno como aficionado trata de hacer su parte, uno es compañero de los muchachos aunque esté fuera de la cancha.

La misma historia del entrenador, de Javier, es de mucha pasión y de mucha lucha para estar donde quiere.

- ¿Qué sintió al entrar a la cancha del Morera Soto y correr al lado de Cristopher Meneses?

Es indescriptible. Ese domingo que me grabaron en el partido contra Cartago yo salí aburrido del estadio porque por el radio escuché que había descendido Uruguay de Coronado y toda mi familia es coronadeña.

Jamás imaginé que esa semana iba a ser tan mágica y el sábado casi me pongo a llorar con Meneses cuando escuché que se lesionó, porque me dí cuenta que él es demasiado pura vida. En realidad todos me trataron de una forma excelente.

Cuando me dijeron que ya se había terminado el entrenamiento me quedé extrañado. Yo creía que era más temprano y no, ya eran las 7:30 p. m.

De verdad es que para mí fue un día mágico; fue demasiado bonito, algo que nunca pensé que iba a vivir.

- ¿Usted trabaja y estudia?

Informalmente, yo no tengo trabajo fijo. Empaco en el Perimercados de Moravia y ahí me gano la propina que me da la gente. Esa es la forma en la que me he ayudado para los estudios, porque estoy sacando la licenciatura en administración, en la U Hispanoamericana.

Uno trata de superarse; clínicamente soy ciego total, veo muy muy poquito. Uno tiene el instinto de supervivencia y trata de compensarse de alguna forma.

El mismo instinto a uno lo marca.

- ¿Cómo vivió los goles que José Guillermo Ortiz y Harry Rojas le hizo el sábado a Saprissa?

Estuve en el estadio, se dieron varias cosas para que yo fuera. Aquí en la Iglesia de San Jerónimo canto los sábados a las 6:30 p. m.; pero me dijeron que ese día no lo hiciera porque una familia tenía un coro por un novenario. Además de eso, mi hermano se apuntó a ir, porque generalmente de noche si me cuesta ir.

Fuimos y yo creo que ha sido la vez que he disfrutado más en el estadio, por la gente, porque estábamos cerca de La Doce, que mete mucho empuje dentro del estadio y fue muy bonito, fue el primer clásico al que fui.

- ¿Qué espera para el partido de este miércoles en el estadio Ricardo Saprissa?

Lo que yo espero es que luchen, que lo den todo en la cancha, que dejen los colores por la camiseta, que no den una bola por perdida, que le pongan bastante, que demuestren de lo que están hechos y que con eso uno espera lo mejor.

Más allá de cualquier cosa, uno espera eso del equipo, muchas ganas, mucha fuerza, mucho ánimo, hambre y que se dé todo, que luchen hasta el final. Por algo uno es manudo, porque ve eso en el equipo, lo ha visto y espera seguirlo viendo.