¿Qué análisis hace de esta victoria ante Belén?
Bueno, siento que Belén fue un rival muy difícil, logramos identificar cuál era el juego que nos favorecía. Dominamos gran parte del partido, tuvimos una moderada tranquilidad en defensa y eso es importante; en el mediocampo tuvimos una superioridad numérica. Lo que nos faltó tal vez fue ese juego profundo, de repente vimos que teníamos que brincarnos un poco la línea de Belén que dejaba muchos espacios en las espaldas y eso fue lo que hicimos. Con el empate supimos reponernos y eso es bueno.
¿Por qué lo expulsaron?
Pues, le pregunté a Jeffrey Solís (secretario del partido) por qué me habían expulsado y me dijo que por protestar. Si fuera por protestar entonces todos deberíamos estar afuera. Los entrenadores de todos los equipos reclaman, obviamente sin ninguna palabra soez ni mucho menos. En el medio tiempo me le acerqué y le dije que hay jugadores que llevan cuatro o cinco faltas y no les han sacado amarilla. Ni siquiera le protesté una jugada. Nos tenían a pura falta y ameritaba la amonestación en algunos casos, fue lo que único que le dije y después de eso llegó Machado y me dijo que yo ya no salía para el segundo tiempo.
¿Hay persecución contra Saprissa por parte de los árbitros?
Yo en lo personal carezco de esos complejos de persecución. Uno puede lidiar con arbitrajes deficientes pero aquí se limita el diálogo y ya se limita uno a poder tan siquiera conversar con ellos. Me parece que hay cierta prepotencia. Yo ni sabía quién iba a pitar. Es imposible tener un manual para cada uno de los árbitros. Se están metiendo con el trabajo de uno y eso molesta. De hecho esta semana ni practicamos penales porque dijimos: ¿Cuándo nos van a pitar uno?
¿Qué marcó la diferencia en el segundo tiempo para lograr los tres puntos ante Belén?
Bueno, siento que teníamos buena posesión pero uno de los volantes tenía que romper y acompañar a Ariel. En el complemento Guzmán se empezó a soltar y esa fue la diferencia, ahí quebramos la línea defensiva.