Javier Delgado se luce como pintor, carpintero y abuelo chineador

El técnico y director deportivo está que no cabe de la felicidad disfrutando de su nieta

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Javier Delgado, técnico y gerente deportivo, aprovecha al máximo su nueva etapa. Mientras consolida una opción para vincularse a algún club, Delgado se luce como carpintero, pintor y abuelo que se pasa de chineador.

El entrenador, quien estuvo tres años en Honduras, donde trabajó como gerente deportivo del Real España, regresó al país y disfruta de una faceta de su vida que lo tiene de cabeza.

Se reencontró con Amanda, su primera y, hasta el momento, única nieta, con quien compartió durante el primer año de su vida. Sin embargo, dejó de verla debido a su compromiso con el Real España.

Javier volvió y encontró a una niña de cuatro años, quien al principio se sintió un poco extraña con la figura de Delgado en la casa. Es por eso que el técnico trata de aprovechar al máximo el tiempo con Amanda y disfrutarla como no pudo hacerlo cuando sus hijos estaban pequeños.

“Con mis hijos en su época de niños no pude disfrutar tanto porque estaba sumergido totalmente en mi carrera futbolística. Me perdí muchos cumpleaños, graduaciones, muchas cosas por la razón de mejorar la calidad de vida de la familia”, dijo Javier, quien con Amanda vive una nueva experiencia.

“Tengo la energía necesaria para poder disfrutarla, me pone a correr, a bailar, pintar, contar cuentos, jugar en el inflable. En fin, son tantas cosas”, indicó Delgado.

Delgado recordó que la llegada de la nieta en enero de 2020, en plena pandemia, fue una gran alegría. Pero le llegó la opción de irse a Honduras y estuvo con mucha nostalgia porque no podía estar con la niña y su familia.

Javier estuvo solo esos tres años en territorio catracho. Expresó que sus hijos no lo acompañaron porque ya están grandes y tienen sus obligaciones, y Nayubel, su esposa, tampoco viajó porque ella es quien cuida a Amanda, quien la mayor parte del tiempo está en la casa de los abuelos y a veces hasta se queda a dormir.

Javier siente que está ingresando en el diario vivir de Amanda y aunque quizá no esté tan apegada a él, porque ha compartido más con su esposa Nayubel, la disfruta al máximo, está realizado como abuelo. Mientras analiza opciones de trabajo, ya sea para volver a la dirección técnica o asumir la gerencia deportiva de un club, el estratega divide su tiempo entre Amanda y las reparaciones en su hogar.

Javier Delgado no tiene problema en tomar un martillo y hacer de carpintero, preparar la pintura y embellecer la casa, e incluso subirse al techo para hacer las reparaciones necesarias.

“Mi hermano mayor me ayudó a picar paredes, sellarlas y pintarlas. Lo que pueda hacer en mi casa yo lo hago y es algo que me encanta”, señaló Javier Delgado.

Entre ese corre y corre, Javier está pendiente del fútbol. A sus 55 años, mencionó que aún debe trabajar. Su prioridad es quedarse en el país y vincularse a algún equipo. Le gustaría retomar su faceta de entrenador, pero tampoco descarta la gerencia deportiva y hasta volver al extranjero si es necesario.

Todo depende de la oferta, del proyecto que le presenten. Si llega una buena opción, ya sea como entrenador o en la gerencia deportiva, Javier la evaluará y se desempeñará donde lo necesiten.

“Quisiera retomar mi carrera como técnico. Ya son seis años de no ejercerla, pero no me desagrada para nada la dirección deportiva; es bonita, más estable. Si aparece una buena opción en alguno de los dos puestos, obviamente se evalúa y se toma la decisión”, aseguró Javier Delgado.