¿Siente que el planteamiento terminó perjudicándolo?
Fuimos superados ampliamente en esta serie, hay que reconocer cuando el rival hace las cosas mejor. No tuvimos respuesta, ni en el partido en Cartago, mucho menos en este, el planteamiento que teníamos que hacer era arriesgar, podíamos venir a defendernos pero no nos lo íbamos a permitir. Hay un justo ganador: el favorito hizo uso de su sello de favorito.
¿Le queda debiendo algún jugador, a lo que le había pedido?
Hay que hacer una evaluación de este torneo y las dificultades que tuvimos, lo que dejamos de hacer. Si bien en cierto no podemos quedar complacidos de llegar a hasta semifinales, fue un torneo atípico. Hicimos un esfuerzo grande, pensamos que nos alcanzaría, pero nos topamos a un Herediano que tienen un nivel superior, no hay que ser muy matemático para hacer las cuentas, y (estas) dicen que no fuimos competitivos en esta serie.
¿La serie es el fiel reflejo de la etapa de clasificación?
Habla de lo mucho que sufrimos, especialmente partidos en casa, teníamos la ilusión de poder ser competitivos, de poder dar ese paso hacia la gran final, pero prontamente nos dimos cuenta de que era muy complicado; le agradezco a todos los jugadores el esfuerzo que hicieron, no puedo decir que ninguno no corrió, no se sacrificó pero sí hay algunos detalles que no se hicieron bien, le dimos posibilidad al rival que nos hiciera daño, esa fue la historia nuestra en el torneo.
¿Pesó un poco la falta de experiencia de algunos jugadores?
Los jugadores se van a haciendo de esa manera, es la única forma, usted para aprender química tiene que ir al colegio o a la universidad, esos muchachos si no juegan nunca van a saber lo que es estar en una situación de estas. Yo estoy seguro que hoy tienen que ser mejores jugadores, porque ya tienen esta experiencia vivida, y las experiencias negativas a veces son las que le enseñan más a uno o lo enrumban hacia lo que tienen que consolidarse.
¿Qué se habló al medio tiempo a sabiendas de que ya era más complicado sacar la serie?
Lo primero era recuperar el orden que tiene que tener todo equipo, estabilizar el equipo, tratamos de pararnos bien, hicimos las variantes que tuvimos, mejoramos un poco pero no logramos llegar con más peligro a la meta de Herediano. Anímicamente veníamos muy fuertes, pero lógicamente cuando cayeron los goles en la primera parte, Herediano sube en ese apartado y nosotros nos preocupamos porque no queríamos hacer un papelón en una semifinal.
¿Se vieron muy partidas las líneas del equipo?
Era la necesidad de ir al ataque, pero no dejar los espacios para un Herediano que es mortífero por los costados, era el riesgo que nos tocaba. Para mí hubiera sido muy fácil poner tres contenciones, pararnos bien y esperar a que Dios nos ayudara en ofensiva, teníamos que arriesgar y el riesgo salió caro.