Jaime de la Pava revela los detalles de su salida del Herediano. ¿Los jugadores no pusieron de su parte?

El técnico colombiano asegura que está sorprendido por la decisión que tomaron los florenses, pues dice que fue más emocional, al calor de la derrota 6-1 ante Alajuelense

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El extécnico del Herediano, Jaime de la Pava, habló con La Nación luego de su salida del equipo florense y considera que la dirigencia tomó una decisión emocional, basada en la derrota de 6-1 ante Alajuelense.

El estratega considera que los objetivos de ser campeón de Concacaf y del Apertura 2018 se mantenían intactos.

Además, habló de las oportunidades que dejó pasar para mantenerse al frente del proyecto de dos años con el Herediano.

¿Cómo toma su salida del Herediano?

Yo creo que todo en el fútbol se puede vivir, como entrenador las he vivido, tanto a favor para celebrar o para este tipo de situaciones. Seguramente a los entrenadores nos evalúan por resultados generales y yo creo que al final un proceso al cual me invitaron caminaba en un hilo muy delgado y al final, con ese 6-1 ese hilo se cortó. Yo sé que es un resultado que no es normal. En mi carrera, es la segunda vez que recibo seis goles; la primera fue en 1999 con el América de Cali contra el Once Caldas en Manizales, fue un duro golpe a un equipo histórico de Suramérica y este es un duro golpe a un club grande de Centroamérica.

“Son decisiones que las respeto, pero no estoy de acuerdo. Si pones en la balanza, creo que la balanza inclina hacía factores de valoración interna que estaba haciendo el club con nosotros, era una evaluación muy positiva, pues entrenábamos todos los días en el estadio, si no estábamos entrenando, estábamos evaluando cosas, viendo rivales, viendo cómo fortalecer la parte interna de la institución, siempre en beneficio del mejoramiento diario”.

“Ya se tomó la decisión, se pudo haber tomado una evaluación más profunda de la situación que se vivió el domingo anterior. Indudablemente en nueve fechas de liga y cuatro de Concacaf, me parece que era prematuro poder evaluar. Yo diría que un primer torneo pudo ser una evaluación más profunda de un trabajo que se estaba haciendo con seriedad, con profesionalismo, con toda la dedicación del mundo, con exigencia y con disciplina”.

“Estábamos a cuatro juegos de un título internacional, nos tenía muy motivados poder llegar a ese logro. También conscientes del mejoramiento de cosas. Creo que en nuestra cultura inmediatista, no solamente en el fútbol, queremos que de la noche a la mañana se logren las cosas y he sido un convencido de que las mejores cosas se logran con un tiempo. Herediano, en su estructura de los últimos seis años, viene consolidando cosas muy positivas, pues todas esas cosas me llevaron a pensar en el proyecto deportivo, más allá del factor económico. Después de todo esto que ha pasado, era un hilo muy delgado, se toma una decisión, con el respeto debido, más emocional, más con el corazón que con la razón. Había que mejorar cosas y nosotros éramos los principales conscientes de ello y siempre pensando en la institución”.

¿En qué momento le dicen que ya no sigue al frente del Herediano?

Hablamos el domingo después del juego con Jafet, ahí fue una reunión larga, en la que el resultado era muy pesado, que históricamente nunca se había perdido así. Yo era el primer dolido y responsable, pero detrás de ese resultado había que evaluar cosas futbolísticas, no tener los cuatro jugadores de la Selección, que para mí son un soporte fundamental para los objetivos del club ahora que se incorporen. Vi los dos juegos en Asia y la valoración fue alta para todos ellos, algo que es gratamente tranquilizador, era uno de los objetivos dentro del proyecto deportivo que teníamos que ir buscando, esa renovación de algunos jugadores.

“Hablamos con él ese día, ya el lunes nos sentamos con él nuevamente y profundizamos más de la situación, ya había una decisión tomada y aceptarla. No somos los dueños del club, pero sí nos hicimos muy participes y nos interiorizamos muy fuerte con el proceso”.

¿Le toma por sorpresa su salida?

Sí me sorprendió, el resultado fue duro, pero sí pensé que se podía hacer unas evaluaciones más profundas de la situación y lógicamente viendo el presente a corto plazo y mediano plazo que se venía, no solo en ir mejorando en la liga, sino en la consecución de un objetivo que está cerca que es el de Concacaf, la posibilidad de un primer campeonato internacional para el club, algo histórico y por lo que estábamos trabajando muy duro y después fortalecer la liga. Me causó sorpresa la decisión al final.

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¿Qué se hizo bien y qué se hizo mal en su etapa en el Herediano?

Yo pensaría que dentro de lo bueno está la estructuración del planteamiento de cosas que el club nos había pedido empezar a consolidar y a mejorar. La puesta de esa base de jugadores que están dentro de los 18 y 25 años para consolidar esa base, ahí estamos hablando de unos 15 jugadores. Yo creo que la reserva deportiva en el club es muy valiosa y estábamos en el trabajo diario para potenciarlo en lo técnico, táctico, en lo físico y creo que eso se estaba haciendo bien. Creo que en las evaluaciones, tanto médicas como físicas, hay una evolución importante en cada uno de esos jugadores y yo creo que el camino de un objetivo internacional, encontrar un título internacional, no me cabe la menor duda de que teníamos un camino viable para lograr ese objetivo. También muchas cosas que el equipo quiere que se vayan cambiando, como las evaluaciones nutricionales, las evaluaciones médicas.

“En lo negativo hay aspectos para corregir, dentro de nuestro estilo y a lo que nos ha gustado jugar y dentro de la evaluación que hizo Jafet, él vio equipos que yo he dirigido y ese estilo de buen trato de la pelota, de agresividad. Creo que nos estaba faltando que el equipo generara más opciones de claridad en el último tercio de cancha, que en último pase fuéramos más claros. Veníamos trabajando mucho que en último tercio tuviéramos ese desborde, la pared, el buen centro para llegar a gol. En la pelota quieta estábamos siendo muy fuertes. Defensivamente teníamos un muy buen equilibrio”.

¿Le faltó apoyo de la directiva?

El apoyo fue muy bueno, el club ha hecho cosas muy positivas donde se está apostando, donde se está invirtiendo tiempo y dinero. El apoyo existe, pero yo no veo la coherencia, de pronto caminábamos en un hilo muy delgado y un resultado como el del domingo llevó a que todo esto se derrumbara. Algo que ponemos en la balanza y son más cosas positivas y creo que este resultado nos pudo dar la posibilidad de crear algo diferente y que aterrizáramos todos y miráramos el norte del equipo. Al final, nosotros los técnicos damos un libreto, pero los jugadores ejecutan. Se tiene que hacer la autocrítica que tiene que ser más severa, más crítica, en la medida que haya autocrítica nosotros mejoramos, si hay resiliencia para salir de un momento como el del domingo. Tengo más de 700 partidos dirigidos entre clubes y selecciones nacionales y los momentos de crisis en una empresa o matrimonio no es para renunciar o divoriciar, lo importante es sortear el momento y determinar los factores para seguir mejorando.

¿Siente que el Herediano estaba para ser campeón en Concacaf y en el torneo?

Sí, yo pienso que ajustando cosas y mejorando algunos aspectos, estábamos cerca de lograrlo, indudablemente sí. Concacaf era a muy corto plazo, cuatro partidos, y yo creo que los torneos internacionales se tienen que jugar de otra manera a como se juega en la liga. He estado en cinco Copas Libertadores, Suramericana, Merconorte, con selecciones nacionales en eliminatorias y Copa Confederaciones con la selección en Francia. Lo internacional nunca va a ser igual a la liga, va a ser otra estrategia y otro enfoque. Veo viable que Herediano gane Concacaf, después teníamos mes y medio para enfocar el otro objetivo.

¿Qué pasó en el juego ante Alajuelense?

Un partido en el que no salieron las cosas como queríamos, nos hicieron goles donde hemos sido fuertes, goles en la pelota quieta. Son factores que no nos pueden hacer, donde hemos sido fuertes y donde nosotros trabajamos constantemente por esa solidez. No tuvimos un buen partido en lo individual y en lo colectivo. Creo que al final la Liga jugó un partido bueno, pero creo que por lo planificado, que lo podíamos haber perdido más apretado, empatarlo o haberlo ganado nosotros. La planificación inicial era de un equipo para coger la pelota y haberles hecho daño, puesto por puesto nosotros íbamos a dominar, ellos iban a dominar y en nuestro dominio haber hecho daño.

El sentimiento de los aficionados y de algún sector de la prensa es que los jugadores no pusieron de su parte en partido para propiciar un resultado negativo. ¿Cuál es su sensación? ¿Usted lo siente así?

No hay un aparato que mida la intencionalidad de esa situación, yo soy una persona creyente, una persona que creo en Dios, soy católico y eso se lo dejo a Él y después a la consciencia de los actores que estuvimos dentro del campo de juego, no solamente ellos, sino los que estuvimos en el banco, los que estuvimos afuera y los no convocados. Al final esa conciencia es la que termina determinando muchos factores, no solo para el momento actual, sino para el futuro. Cada uno dirá con sus hechos dentro de su desarrollo profesional esa situación. Nunca voy a actuar de mala fe, planifiqué un partido como todos los que planifiqué para ganar y hacer las cosas bien, eso queda ahí. Un factor que se llama consciencia y que mi Dios nos indicará el camino a cada uno conforme actuemos en la vida y ahí quedará. Es muy difícil evaluar muy objetivamente esa situación.

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¿Usted sintió algo extraño durante el partido?

Dentro de lo que siempre planificamos para cada juego, tanto los amistosos en México, los 13 juegos oficiales, nosotros siempre hicimos un análisis profundo de lo que teníamos que hacer, para nosotros era prioritario lo que nuestro equipo tenía que hacer y después siempre hicimos un análisis del rival en sus debilidades y fortalezas. Lo planificado para ese juego estaba claro, ese once le había ganado a Carmelita cuatro días antes con un buen juego, a mí me gustó mucho el equipo ese día y mantuvimos esa idea. Ellos impusieron un ritmo y tuvimos errores individuales que nos costaron, no hubo un rendimiento individual alto en la mayoría de los muchachos. Los grandes equipos en el mundo han tenido ese tipo de tardes.

¿Siente que tenía el apoyo de los jugadores?

Yo sentía una respuesta positiva a los entrenamientos, yo creo que los cambios a veces generan un tipo de rechazo, soy un convencido de que somos entrenadores, somos formadores y ese principio de concientización lleva un tiempo. Para el jugador no era fácil entender algunos cambios de trabajo, todos los técnicos tenemos un metodología diferente y creo que a algunos les estaba costando entender cosas que nosotros normalmente hacíamos, trabajábamos todas las mañanas y no era por capricho. En toda mi carrera, un 90% de los entrenamientos me gusta desarrollarlos en la mañana. El jugador tiene que estar preparado para siempre poder asimilar esas cosas que el entrenador dispone en su metodología de entrenamiento. Cuando el jugador está abierto a esa posibilidad de aprendizaje, se potencia.

¿Qué pasó con Jairo Arrieta?

Él toma la decisión, a mí me tomó por sorpresa. Fuimos a un partido en Panamá y no lo llevé, pero no lo llevé como él piensa de que tengo algo contra él, de que tengo algo en su contra, pues también tendría algo contra Cristian Reyes o varios jugadores que han tenido menos minutos. Tomó la decisión, sintió que de pronto no lo teníamos en cuenta, algo contradictorio. Yo siempre invito al jugador a que se prepare, que se esfuerce y yo le decía a él que tenía que transmitirlo a los goles; a los delanteros cualquier entrenador los va a evaluar por goles. Empezamos a ver la alternativa de José Guillermo Ortiz y Aldo Magaña que iban a tener minutos. Jairo tomó esa decisión y si alguien quiere irse, hay que tenerle la puerta abierta. Lo invite a que reflexionara, pero al final tomó la decisión y no podemos detener a nadie. Tratamos de convencerlo.

Llamó la atención que usted señalara a los jugadores que no tenían un buen partido. ¿Considera que eso le incomodó a los futbolistas?

Siempre tratamos en ese tipo de situaciones proteger al jugador, la gente y los periodistas ven la evaluación de un futbolista, cuando juega bien o mal. Yo pienso que eso va en parte de la educación de la autocrítica que se debe tener. Cuando me han hecho las críticas constructivas y te lo hacen de una manera constructiva, uno entiende que ese tipo de situaciones son para mejorar. No acostumbro a interiorizar demasiado en casos puntuales, siempre trato que el colectivo sea el responsable de una victoria o una derrota. El jugador tiene que mejorar todos los días.

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¿Desaprovechó ofertas por mantenerse en el Herediano?

Concreta sí. El día que jugamos ante Grecia me llamaron de Cali, una persona cercana al dueño del América, para ofrecerme la posibilidad de ir a dirigir al equipo, un equipo al cual le debo mucho, quiero mucho y le dimos mucho. Hay un interés marcado desde hace unos meses de que lleguemos. Es un principio de vida, no de fútbol, en el cual me enseñaron mis padres y es la palabra, independientemente si has firmado o no has firmado. En abril ya América me había hablado, en junio volvieron a hablarme. Yo no tenía contrato firmado, pero la palabra vale mucho y la palabra la seguiré dando hasta el final de mis días. Al final les dije que no, que les agradecía. Ahora hay dos posibilidades, vamos a evaluar. Me hablaron de un proyecto, pero ya no sé, hay que profundizar demasiado para ver si vale la pena. Yo en este momento estoy aterrizando la experiencia vivida acá. Me voy con mucho dolor, pero con la consciencia muy tranquila de que dejamos un trabajo y va a servir mucho para lo que viene. Me voy con la ilusión de que mañana llegue un proyecto que nos de la posibilidad de ser campeones. Me duele mucho por el esfuerzo de mi cuerpo técnico, no somos perfectos, no vinimos a inventar nada acá.

¿Se arrepiente de no haber tomado la decisión de irse al América de Cali?

Ya hablar después de todo, te diría que sí, es fácil. Si yo hubiera tenido la bola mágica el día que jugamos con Grecia, habría anticipado una situación de estas, me voy, tenlo seguro. Pero si me vuelve a pasar ratifico mi compromiso en donde estoy y hasta el final de mis días tendré ese principio de vida. Tengo una opción en Colombia y en otro país.

¿Qué le deja su aventura en Costa Rica?

Como país extraordinario, la verdad que aparte del proyecto con Herediano tengo un par de cosas personales que quiero ir ejecutando aquí en Costa Rica, las estamos armando. Quiero seguir vinculado con Costa Rica, no sé si con el fútbol o con el proyecto que estamos haciendo. Tuve la posibilidad de conocer en un almuerzo a doña Epsy Campbell, la vicepresidenta, y hay unos proyectos desde Colombia y cosas que podemos hacer en Costa Rica, proyectos sociales. En Colombia estamos desarrollando un centro de alto rendimiento en la zona de Buenaventura y soy parte de ese proyecto, es parte de unos recursos internacionales para el deporte en una zona muy vulnerable de nuestro país. Hablamos de tema, de la posibilidad de ejecutar ese proyecto acá en Costa Rica, no solo para el fútbol. Me voy con una mezcla muy rara.

¿Hasta cuando se queda en Costa Rica?

Nosotros definimos con el club, vamos a esperar hasta el 5 de octubre. Dentro del arreglo que hicimos vamos a estar en esa fecha, para cerrar todo vínculo y partir, salvo que alguna de las opciones se materialicen, entonces tendríamos que partir.