Luego de analizar la primera fase de la Copa de Oro 2011, Costa Rica sigue en deuda con el futbol y así lo reconocen los expertos consultados por La Nación para analizar los pro y los contra de la participación de la Tricolor en el certamen
Los técnicos Johnny Chaves, Geovanny Alfaro, Julio César Bustos, Orlando de León y Gerardo Puro Ureña reconocen serias deficiencias en la estructura defensiva del equipo, confusión evidente en los conceptos tácticos y una ruptura marcada entre líneas.
Lo anterior produce un efecto nocivo el La Sele y que culmina con el incumplimiento de las expectativas que se tenía en su accionar, debido al bajo rendimiento exhibido, el escaso volumen de juego y obviamente con resultados que no son los esperados, tras ya casi ocho meses de labores del seleccionador argentino, Ricardo La Volpe.
“Costa Rica muestra insuficiencias en el plano defensivo y se han dejado muchos espacios entre las líneas, lo cual le resta eficacia a la presión en bloque. En el ataque se peca de darle mucha conducción al balón, en lugar de apostar por el toque, por lo que los balones se pierden con facilidad, lo cual le permite al rival poder acomodarse y atacar”, comentó el técnico brumoso Johnny Chaves.
Geovanny Alfaro externó una opinión similar a la de Chaves en cuanto a los bloques defensivos del seleccionado, pues según él, pecan por la mala marcación realizada. También indica que no simpatiza con la estructura mostrada por el conjunto, ya que carece de equilibrio entre sus líneas y su generación de juego es bastante deficiente, lo cual le confirma que el equipo no ha sido capaz de evolucionar.
“Ha estado buscando las variantes ofensivas en el equipo (se refiere a La Volpe), así que si se topa con un equipo débil como Cuba, parece que va por el camino correcto, pero cuando aparece una selección más defensiva como El Salvador nos parten las líneas y nos complican y peor aún si nos sale un equipo superior tácticamente como México, ya que nos deja en evidencia de que estamos muy lejos de lo que se quiere”, comento el estratega Julio César Bustos.
Al parecer La Volpe aplica su manual táctico con respecto a la forma en que se para el equipo en la cancha y en la táctica fija, al menos en el papel, pero a la hora de ponerla en práctica comienzan las imprecisiones. La vocación ofensiva es evidente y se trata de llegar jugando al marco rival, pero cuando se pierde el balón, los problemas comienzan a sobresalir.
“No le veo un futbol claro a la selección y tampoco se le puede jugar igual a todos los rivales, ya que arriba nosotros no sabemos hacer la presión necesaria, pues se marca pero sin recuperar el esférico, salvo que el rival lo entregue o salga por la lateral. A México lo presionamos arriba pero sin pressing y ellos sacaron ventaja”, según el análisis de Gerardo Puro Ureña.
Lo que se debe mejorar. Sin duda, los expertos desnudaron las debilidades de la Tricolor, las cuales evidentemente son grandes y se pueden corregir con trabajo y tiempo, condiciones que lamentablemente el seleccionado no goza en estos momentos de competencia.
“Costa Rica debe conseguir una mejoría global entre sus líneas, promover un mayor volumen de juego, disponer de una mejor actitud, mejorar el rendimiento, tener posesión de pelota, imprimirle velocidad al ataque, asentar la defensa y anotar goles, que es fundamental”, enumeró el extécnico florense Orlando de León.
La lista de yerros y las tareas pendientes es nutrida en la libretilla de cada uno de los técnicos consultados, y el experimentado De León lo dejó en evidencia.
Es un hecho que la línea defensiva requiere de mucho trabajo ante las constantes lagunas que mostró primero contra El Salvador y después ante México, en donde los contragolpes crearon fisuras y el ataque elaborado del rival causó consecuencias nefastas.
El equipo deberá crecer en intensidad y en defensa, tareas pendientes en el aspecto táctico.