Honremos  la memoria  de Dennis

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La “guerra” que se libra en las carreteras de este país cortó el jueves la prometedora carrera de un futbolista que tenía poco menos de cuatro años en el profesionalismo: Dennis Marshall debutó en la Primera División en el 2007.

La tragedia cortó, de repente, las aspiraciones un jugador joven, sano, humilde, que acaba de convertir su primer gol con la Selección y que a pesar de tener una carrera tan corta, ya militaba en el extranjero y registraba 19 partidos internacionales. Sin duda todo apuntaba que iba a ser uno de esos referentes del equipo nacional que se acerca a la centena de juegos clase A (selecciones mayores) y a lo mejor la iba a superar.

El futbol nacional y la Selección extrañarán a una figura que sin duda iba a ser un baluarte en el premundial hacia Brasil 2014 dentro de un año, pues Dennis fue uno de los que más minutos acumuló en la era de Ricardo La Volpe, muestra de la confianza que tenía el argentino en el limonense.

Pero, por encima de todo, el jueves murieron dos seres humanos –junto a Marshall falleció su esposa, Meylin Arianna Masís– llenos de ilusiones, de juventud y de metas, dejando un vacío imposible de llenar en los corazones de sus padres, de sus familiares y de sus amigos.

El choque en el kilómetro 46 de la Ruta 32 interrumpió la historia de amor de un joven matrimonio, que apenas en diciembre pasado se casó por la vía civil y que en estos días preparaba su unión frente a un altar.

Porque antes de pensar en el futbolista, hay que pensar en el ser humano.

Tiempo de orar. No es el momento de cuestionar quién va a reemplazar a Marshall en la Selección. Como bien lo dijo La Volpe, pensemos en el impacto que tendrá esta pérdida para sus padres.

Es tiempo de orar por su familia, de pensar en silencio en lo que están pasando sus seres queridos y de respetar la memoria de Dennis y de Meylin.

Es una lástima ver que hay gente inescrupulosa que aprovecha la ocasión para hacer chistes pasados de tono, irrespetuosos, dignos del más macabro humor negro.

Bromas como que la tragedia de Marshall fue culpa de fulano, o que era mejor para la Selección que muriera sutano me provocan una gran indignación.

Eso demuestra el irrespeto por el ser humano que existe en nuestra sociedad. Con razón la violencia se ha encontrado un terreno fértil en este país.

Por favor, no pisoteemos la memoria de Marshall y de su esposa con ese tipo de chistes.

Ya Dennis y Meylin descansan en paz. Ahora por favor dejemos que sus padres y sus familiares pueden soportar en paz tan terrible momento.