La expresión de Juan Luis Hernández Fuertes lo dijo todo. No escondió nada y habló sin tapujos, en su propia defensa, por las declaraciones del anterior técnico, Gustavo Merino (nota aparte). Estaba satisfecho de regresar al equipo que hizo campeón hace dos temporadas (1992-93): el Herediano.
Aprovechó la presencia de la prensa para aclarar que si el guardameta Desiderio Calvo tiene intención de quedarse puede hacerlo. Unicamente le pidió definirse al respecto.
También explicó que las puertas están abiertas para el jugador German Chavarría, volante de contención que había anunciado su retiro, pues "considero que si él viene y hablamos podríamos llegar a algún acuerdo".
Para unos, sorpresa; para otros, buena nueva. Lo cierto es que ahora tendrá una empresa comprometedora, con una afición que exige resultados y que quita y pone a los entrenadores.
"Será un reto interesante", expresó el español mientras era asediado por la prensa, que ayer se apostó en el estadio rojiamarillo desde las 8:30 de la mañana.
No fue sino hasta las 11:30 cuando se inició el primer entrenamiento del equipo, bajo las instrucciones del europeo.
Además de los comunicadores, unos 100 aficionados esperaron en la gradas del complejo deportivo la salida de Hernández al campo de juego, donde fue vitoreado, e, inclusive, conversó con la afición desde la gramilla.
Ante todo, defendió su posición como nuevo entrenador florense, frente a las declaraciones del anterior técnico, Gustavo Merino.
Este afirmó que Hernández, junto con Antonio Moyano Reina y dos jugadores más, figuraron como miembros de una campaña para destituirlo.
"Que yo sepa, Moyano es la persona, junto con Iván Mraz y Manrique Quesada, que lo recomendaron; así que no me meta en ese saco. Que vaya (Merino) a decirle a Leonidas Duarte que el técnico que trajo a este país era para un equipo grande, al cual puso en último lugar, hizo el ridículo en Corea y perdió 4-0 con el Saprissa", explicó el español.
Visiblemente molesto por las declaraciones del anterior responsable del equipo, Hernández añadió: "Para trabajar en el Herediano no tuve que serrucharle el piso a Merino porque, con ese ridículo que estaba haciendo el equipo, no era necesario."
En su opinión, lo que hace falta en el equipo son "menos chismes, menos cuentos e historias subterráneas, que no tuvieron capacidad para evitarlas".
Cuestionado sobre sus supuestos roces con Manrique Quesada, gerente deportivo del club, explicó: "La dirección técnica del equipo es de puertas adentro, y la gerencia deportiva es un tema que no me interesa en absoluto."