La forma en que Rándall Chiqui Brenes salió del Cartaginés provocó que José Rafael Fello Meza Montoya, hijo del legendario futbolista Fello Meza, afirme que “que lo mismo le hicieron a mi padre”.
Meza Junior, quien también jugó para el Cartaginés en la época del Ballet Azul, no critica a la Junta Directiva por el destino de Brenes, ya que la decisión partió expresamente del entrenador Paulo Wanchope, según han dicho en el club centenario. “Lástima que él no valoró lo aportado por Chiqui y que puede aportar más todavía”.
Sobre el caso de su padre, Meza recordó que en 1954 llegó a su casa, en Taras, el mensajero del Cartaginés con una carta. “Papá la abrió y recuerdo su tristeza, escuetamente le decían que prescindían de sus servicios, nada más”.
Cuándo él buscó una respuesta a esa decisión, le dijeron que era por edad. “Tuvo una fuerte depresión y duró seis meses sin jugar, hasta que llegó don Rolando Saénz, directivo del Herediano, y le pidió que jugara con ese equipo. Mi padre accedió y jugó parte de la temporada del 55 y en el 56 fue campeón con Herediano, siendo goleador en el equipo florense”.
En 1957, cuando Fello decidió su retiro, los florenses, le rindieron un gran homenaje en la cancha, lo que no hizo el Cartaginés. No fue sino hasta 1973 que la directiva blanquiazul de entonces acordó bautizar el estadio con el nombre del máximo futbolista brumoso.
El exvicepresidente brumoso, Carlos Loría, también lamentó lo sucedido con Brenes y destacó que Chiqui salvó al Cartaginés de una anterior crisis económica cuando, por su participación con la Selección Nacional en el Mundial Brasil 2014, la institución recibió 100.000 dólares como compensación,
Otro exdirectivo y exgerente del club, Adrián Ulloa, resaltó otros aportes económicos que le trajo el referente brumoso a su equipo. “Cuando fue vendido a Azerbaiyán se recibieron alrededor de 100.000 dólares y una suma parecida cuando jugó en Noruega”.