Herediano regresó a Costa Rica en estado de shock tras recibir una humillación de parte del América en la semifinal de la Liga de Campeones de Concacaf.
A su salida del Aeropuerto Juan Santamaría imperaron las caras largas entre futbolistas y cuerpo técnico, mientras que no hubo silbidos ni abucheos de quienes estaban en el lugar.
La dirigencia florense giró la directirz de exponer lo menos posible al equipo, por lo que el el secretario técnico, Roberto Carpio, dijo que tan solo Yendrick Ruiz y Óscar Esteban Granados darían declaraciones.
"Es muy duro, sabíamos que el América se nos iba a venir encima en los primeros minutos y lastimosamente nos anotaron muy rápido", apuntó Yendrick Ruiz.
Además, el atacante lamentó que Cristhian Lagos fallara esa opción clara que tuvo en el arranque del juego.
"Con un equipo como el América no se podía perdonar y estamos muy golpeados".
De hecho, los pupilos de Mauricio Wright no encuentran la forma de explicar cómo es que después de "desplumar" a las águilas del América por 3-0 en el Rosabal Cordero, en el Coloso de Santa Úrsula recibieron una paliza con un golpe de Darwin Quintero, cuatro ganchos al hígado de Darío Benedetto y la estocada final de Alejandro Díaz.
"Nosotros no podemos explicar qué fue lo que pasó, no lo sabemos", mencionó Óscar Esteban Granados.
Tras desvanecerse su ilusión de llegar al Mundial de Clubes, Herediano ahora se alista para visitar el domingo a Limón FC en el estadio Juan Gobán.
"Ahora solo pensamos en Limón", citó Granados y al consultársrle qué tenía que decirle a la afición florense, respondió: "nada".
Tras llegar al país el equipo florense se dirigió al Rosabal Cordero para entrenar.