Herediano fue incapaz de hincar a un Saprissa diezmado

Florenses y tibaseños quedaron debiendo mucho en fútbol y emociones

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Herediano dejó escapar el sábado en su casa la opción de hincar al Saprissa pese a que los morados finalizaron el partido con dos lesionados y un jugador sin uña en el terreno de juego.

El empate a cero goles entre florenses y saprissistas dejó un sinsabor en el espectáculo, en las emociones y la expectativa que se tenía del compromiso, pues el nivel no cumplió con lo esperado.

También le dejó un vacío al Team pues pese a las lesiones de Deyver Vega apenas en el minuto 10 y de David Guzmán en el 64, fue incapaz de penetrar a un Saprissa que acabó con remiendos y con un cuadro echado a la suerte.

En la primera parte fueron los morados quienes lo intentaron en los primeros minutos, prueba de ello los dos remates a marco en apenas un minuto, sin embargo, su dominio disminuyó con la salida de Vega, quien hasta ese momento creaba una buena sociedad en la media con Juan Bustos Golobio y David Guzmán.

Con el pasar de los minutos el choque se equilibró y Herediano empezó a recostar su fútbol en los jugadores más habilidosos y de más posesión como Elías Aguilar, Keven Alemán y José Luis Cordero, y gracias a ellos generó peligro en el minuto 19 con una llegada clara de Alemán, quien se tardó mucho en rematar.

Saprissa, por su parte, apeló a la profundidad por las bandas como recurso de ataque, aunque sin una ofensiva clara a la hora de pisar el área rojiamarilla.

El ingreso de Estrada tampoco marcó diferencia. El volante lució apagado y su aporte fue poco, además de que resultó bien vigilado por Granados y Azofeifa.

Tampoco brilló Christian Bolaños, quien en su debut quedó debiendo y fue casi nulo lo que pudo hacer en el campo.

El juego, friccionado y más de roce que de buen fútbol, se vio más opacado en el complemento.

En ese periodo, fue Herediano el que encimó, el que buscó por todos los medios el gol, empero, pagó caro la falta de claridad y precisión en la última jugada.

El cuadro de Douglas Sequeira perdió peso y fuerza con la salida de Guzmán, segundo lesionado de la S en el Rosabal.

El volante sufrió un aparente esguince de rodilla, al igual que Vega, y dejó al Saprissa descubierto en mediacancha. Tanto así que Gabriel Badilla volvió a jugar e Imperiale por unos minutos fue volante de contención.

Pero la pesadilla morada no terminó ahí. Adolfo Machado, el capitán, perdió una uña y requirió de dos inyecciones que le anestesiaron el dedo para jugar.

Ahí, en esos 20 minutos finales, Herediano tuvo para matar.

El ingreso de Cunningham le sumó desequilibrio y fue el delantero que estuvo a punto de vencer el arco de Danny Carvajal.

Pero el juego no pasó del empate. A Saprissa le salió barato por todo lo que vivió en 90 minutos, mientras el campeón nacional se quedó con la ganas de gritar el gol. El dominio no le bastó.