Su voz era entrecortada, se podía decir que reflejaba impotencia, desazón, tristeza, enojo y, en especial, rabia por su despido del Herediano, único equipo con el que juega desde hace 16 años.
Roberth Arias Sancho, quien portaba el gafete de capitán del Team en los últimos años, no volverá a vestirse rojiamarillo, camisa que sudó desde los 15 años cuando llegó al club de la mano de Alexandre Guimaraes.
Ayer le notificaron que no seguirá en el plantel florense, algo que le cayó como un rayo. Pero eso no fue lo peor, sino que lo que más le dolió es que no le dieron una explicación convincente para tomar esa decisión.
“Hace mes y medio firmé un contrato de dos años. Entonces, uno supone que todo está bien, que seguirá en el equipo, pero hoy (ayer) cuando fui al club para averiguar cuándo me pagaban el mes y medio de atraso en el salario, me dieron la mala noticia”, sostuvo.
Explicó que fue Cristian González, gerente florense, quien le comunicó su despido.
“Me dijo que me sentara y me lo dijo. Yo le pregunté el porqué y me indicó que eran ‘órdenes de arriba’, supongo que de Mario Sotela”, hijo de Roxie Blen, quien tiene la administración del club.
Dudas. Robert agregó que insistió en conocer una razón de su despido. “Cristian se limitó a decir que el equipo debía bajar los costos, pero eso me sorprende, siempre estuve dispuesto a llegar a un acuerdo sobre este tema”.
La Nación trató de conocer las versiones de Sotela y González. El celular de Sotela indica que está fuera de servicio, mientras González adujo que hoy dará una conferencia de prensa sobre los cambios que se darán en el Herediano para el próximo torneo.
“No lo puedo decir nada ahora, venga a la reunión con la prensa y le contesto todo lo que usted quiera”, sostuvo el gerente del Team.
Robert añadió que no tiene opciones de jugar en otro equipo. “Imagínese, yo siempre he militado en Herediano y renové hace mes y medio, ¿qué iba a sospechar yo que estaría en esta situación?”.
Y contó una infidencia. “En Herediano, Tirso Guío (colombiano), José Cancela (uruguayo), Víctor Núñez, Cristian Montero y yo aceptábamos que nos pagaran luego de la fecha para que no hubiera problemas con los otros jugadores, pero parece que estos sacrificios que hace uno por el equipo de nada sirven y eso duele mucho”.