Encadenado, así empezó el campeón nacional la defensa del título nacional.
Herediano no pasó de un gris empate a cero frente a un combativo Guadalupe FC.
El equipo guadalupano no dio facilidades al Team en ningún tramo del partido e incluso hasta pudo salir con más que un punto del recinto florense.
Los visitantes presionaron por la pelota y no dejaron que el monarca se sintiera a sus anchas en el estreno del torneo.
Lejos de arrinconarse en su zona del campo o asustarse por el escudo oponente, la visita se mantuvo firme y exigió al guardameta Leonel Moreira.
Aunque también fabricaron ocasiones de gol, la más clara de los florenses la desperdició Keyner Brown en el minuto 43.
La pelota le llegó limpia al defensor, quien demostró que lo suyo no es lanzar a puerta. Su disparo se desvió por completo pese a quedar en franca posición de anotar.
El gesto de incredulidad del espigado defensor, cuando observó la pelota en cualquier lado menos en la red, reflejó la valiosa oportunidad que dejó ir.
Mientras que el punto negro del conjunto capitalino fue la insulsa expulsión de Jason Prendas, quien dejó a su cuadro diezmado por dos faltas consecutivas en menos de cinco minutos.
Para los heredianos, el infortunio del primer acto fue la lesión muscular de Jairo Arrieta, una de sus figuras en ataque el verano anterior.
Apenas en el 24’ el artillero dejó el césped del Rosabal.
En la segunda parte y por estar en superioridad numérica Herediano trató de imponerse.
Luis Ángel Landín estrelló el globo en el palo izquierdo de Luis Torres, en el 60’. Y después fue Elías Aguilar el que remató de zurda y quedó a poco de fisurar el muro blanco.
En los últimos 25 minutos de juego, Medford sacó a Leo González y metió a Víctor Núñez para incrementar la ofensiva.
Conforme se acercó el cierre del partido, el campeón se aferró más a la urgencia que a la paciencia para abrir la cuenta.
Las corridas de José Sánchez, uno de los mejores hombres del equipo casa, no surtieron veneno en el área pues la artillería local careció de pegada y voracidad.
Aún y con la pieza menos, Guadalupe no perdió el estilo que pregonó la mayor parte del cotejo: tocar la redonda, defender con orden y elaborar de mediacancha hacia arriba.
La noche no fue buena para el Team, cuya productividad quedó retratada en Elías Aguilar, el volante nunca encendió motores y su oncena lo resintió al máximo. El campeón comenzó la defensa encadenado.