El defensor panameño Harold Cummings está listo para el clásico del sábado en el estadio Ricardo Saprissa, a las 8 p. m., y no sería de extrañar que juegue ubicado en la banda derecha.
Tras la fractura de mandíbula que sufrió el 18 de agosto durante un colectivo de la Liga y vencer el pronóstico inicial que indicaba que estaba fuera del Invierno, el canalero volvió a jugar el sábado pasado contra Belén.
Y le resultó versátil a la Liga, porque aunque con los rojinegros se le ha visto como central, Guilherme Farinha lo ubicó en la banda derecha, en lugar de José Andrés Salvatierra, quien vio la cartulina roja una vez que había finalizado el partido contra Cartaginés de una semana antes.
El 6 manudo se perdió el pulso contra los belemitas y aún le resta purgar un juego de suspensión, por lo que no enfrentará a los morados.
A pesar de que tiene muy poco tiempo de entrenarse con total normalidad, Cummings no desentonó por la banda.
"Al principio me costó un poco, pero con mi selección he jugado algunos partidos ahí, igual que con mi anterior equipo en Colombia, estaba inclinado por la izquierda. Ahora me fui sintiendo mejor. Con el pasar de los partidos voy a ir tomando mi ritmo y a esperar subir mi nivel al 100%", relató Cummings.
El panameño no se cambia por nadie, porque esa lesión lo marcó, lo asustó y lo obligó a madurar.
"Estoy muy contento por volver a la cancha, por volver a jugar, sentir la pelota, sentir la alegría de jugar y más si es con un triunfo contundente como el que logramos ante Belén (0-3). Ahora a pensar en el partido contra Saprissa", destacó.
Además, confesó que no se esperaba ver y abrazar a sus seres queridos en territorio nacional.
"Mi familia llegó este sábado, de sorpresa, así que fue una motivación más y estoy contentísimo, pero ya (estoy) enfocado en el clásico", insistió.
La fase clasificatoria del Invierno está en su recta final y, según Cummings, en este momento es cuando menos se puede aflojar.
"Ganarle a Saprissa sería muy importante, está en la pelea, es el puntero y vamos a ir con todo para sacar puntos en el Ricardo Saprissa y sabemos que será complicado, pero vamos con convicción y creyendo en nosotros y en el trabajo que hacemos", subrayó.
Y añadió: "Es lindo poder vivir esta oportunidad de nuevo, llegar al clásico va a ser lindo, siempre que se juega en la cancha del Ricardo Saprissa la afición influye mucho y es lo lindo, vamos a ir creyendo en nuestro trabajo".
Antes de lesionarse, el último partido que Cummings jugó fue el clásico del 14 de agosto, en el que los manudos perdieron 1-2 en el Morera Soto.
Para esta nueva versión del platillo futbolístico más apetecido por los ticos, el canalero confía en que la suerte le sonreirá a los manudos.