1 Ya está muy cerca de regresar. ¿Cómo ha sido este momento para usted?
–Ya son los momentos bonitos, de mantener la calma. Sé que estoy a las puertas de regresar a la cancha, que es lo que me gusta hacer. Ya nada más estoy mejorando algunas cosas que el profesor me pidió tácticamente para acoplarme lo más rápido al equipo.
2 ¿Es la etapa más difícil que ha vivido en su carrera?
–La verdad sí. Una lesión de este grado es complicada. Gracias a Dios me recuperé antes de lo esperado; acabo de cumplir cinco meses y eso es bueno, siento que habla bien de mí, de mi actitud, de las ganas que tengo de estar en el terreno de juego. Tengo buena genética y eso me ha ayudado mucho. Ahora tengo que mantener la paciencia, la calma, aprovechar cada entrenamiento para acoplarme a la parte táctica.
3 ¿Siente que se fortaleció?
–Sí, mejoré en muchos aspectos, tuve la oportunidad de trabajar la parte física, por ahí gané mucha masa muscular, y mentalmente estoy muy fuerte. Estas lesiones son para sacar provecho y mejorar día a día.
4 ¿Qué le dicen los compañeros?
–En el primer entrenamiento me preguntaron que si era un compañero nuevo (risas), pero son cosas. Eso es lo bonito de este grupo, que somos como una familia y tenemos confianza.
5 Llega justo para el cierre del campeonato.
–Todo el mundo habla de los cierres de campeonato, que son lo lindo. Son un poco diferentes, pero creo que con solo estar en la cancha, en cualquier partido, es bonito para uno.
6 ¿Qué tan presente tiene el momento de la lesión en el clásico?
–La recuerdo porque siempre le tuve miedo a esta lesión, pero también son lecciones que Dios le da a uno en la vida. Como lo dije cuando mi compañero (Juan Bustos) Golobio se lesionó, estas son las batallas que Dios le da a sus ángeles más fuertes. Gracias a Dios me la dio, para aprender, tengo que aprender de estas cosas y seguir para adelante. Porque la vida no acaba hasta que Dios decida a uno llevárselo, porque hay que seguir luchando por lo que uno quiere.
7 ¿Cómo maneja el no ser protagonista en el equipo?
–Cuando uno no tiene protagonismo por una lesión es entendible, pero si uno está dentro de la cancha y no pesa, eso sí lo pone a pensar y a trabajar más, porque cuando eso pasa, es que uno está haciendo las cosas mal y tiene que preocuparse y ocuparse para tratar de mejorar. Si uno está en un equipo como Saprissa no puede pasar desapercibido nunca.