Habilidades de pilotos y potencia de las máquinas hizo vibrar al público en Desafío 4X4

Cientos de familias disfrutaron de los emocionantes piques en Cartago

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Cartago

En el mundo de los motores, la victoria depende de dos cosas: la potencia de la máquina y la habilidad del piloto. Además, es necesario cruzar los dedos para que no ocurra un desperfecto mecánico en plena competencia. Estos aspectos pusieron a vibrar a cientos de familias en el Desafío 4x4, realizado este domingo en el antiguo hipódromo de Tejar de El Guarco, en Cartago.

Pilotos costarricenses y panameños se encargaron de sortear profundas fosas, piletas de agua y una prueba llamada Las Gradas (descenso de unos cuatro metros que pone a prueba la suspensión del vehículo), que se volvió la favorita del público y un dolor de cabeza para los competidores.

En medio del barro y una llovizna intermitente, cientos de familias se armaron alrededor de un circuito de 850 metros, con lo suficiente para pasarla bien y disfrutar del espectáculo.

Parrillas para asar carnes, refrescos y algunos licores se combinan para hacerle frente al frío y pasar un domingo ameno.

El evento reunió a familias de diversos sectores del país.

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Rodrigo Ríos y Ana Lucrecia Rosas se instalaron con su hijo, Sebastián, al pie de la pista. Unos bancos para sentarse y una hielera, que le sirvió al niño para aumentar su altura unos cuantos centímetros, fueron suficientes para pasarla bien.

"Somos fanáticos de los motores, pues es una actividad que nos entretiene y, por dicha, a nuestro hijo también le llama mucho la atención. Es un evento que pone a prueba al piloto y la preparación de los carros", dijo Ríos.

Sebastián interrumpe haciendo hincapié en que "lo mejor son las rampas y esa montañota (El Chirripó) donde los carros bajan muy rápido. Me gusta más esto que el Monster Jam".

El Desafío 4x4 estuvo compuesto de un circuito de 11 pruebas (ver infografía), con un nivel de exigencia alto. La competencia más cerrada la protagonizaron los pilotos Mauricio Artavia, de San Isidro de Heredia, y Gustavo Canales, de Moravia, San José, este último con su vehículo bautizado La Bestia, que se robó las miradas del público.

La competencia fue sumamente disputada, Canales perdió cerca de 10 segundos cuando su carro se apagó por un momento en la salida del Tempisque.

Pero luego logró descontar y dejar para los últimos metros una cacería impresionante que la empujaba el aplauso y la gritería de los espectadores.

Al final, el cierre fue de infarto y el ganador fue Artavia con un tiempo de 1:58, mientras que Canales lo hizo en 2:00.

"Fue una carrera disputada, me afectó que entrara un poco de agua en el sistema de encendido y eso me hizo perder tiempo. Luego recuperamos y dimos espectáculo, que al final es lo que disfrutamos todos", dijo Canales, quien es dueño de un vehículo que supera los ¢20 millones, que fue perseguido por el público para tomar fotografías.

Artavia tiene un auto un poco más modesto a la vista, pero que cuenta con un motor hecho en Estados Unidos.

"Es un carro sencillo y es lo que me emociona, le ganamos el primer heat a un súpercarro", señaló Artavia.