Golazo de Angulo libera la presión de Saprissa

Cuadro morado logra abrir el cerrojo carmelo con remate de media distancia y triunfa 1 a 0.

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Cuando solo un remate a marco en el primer tiempo parecía una seria advertencia para Saprissa. Cuando Carmelita amenazaba con levantar más alto el muro frente a su portería. Cuando el partido se convertía en un acertijo para Wálter Centeno, el golazo de Marvin Angulo se convirtió un alivio para el cuadro morado.

El Paté soltó una bocanada de aire, mientras su equipo festejaba ese derechazo desde fuera del área con destino directo al ángulo, señal inequivoca de la presión que el 0 a 0 empezaba a meter en el cuadro tibaseño. Atrás quedaba casi una hora de búsqueda, por aquí y por allá, sin hallar demasiadas opciones de gol.

Las oportunidades moradas se habían reducido a una clara opción de cabeza, desperdiciada por Johan Venegas, y un gol anulado a Rubilio Castillo, en una de esas posiciones prohibidas que requieren ser vistas con lupa. El VAR se habría llevado un buen rato resolviendo.

Menos había tardado Carmelita en mostrar su nueva versión, la del técnico Fernando Palomeque. Con la misión de evitar el descenso, el recién llegado al Coyol de Alajuela, plantó al equipo atrás, le quitó fantasía y le impuso orden. Compacto y corajudo, el equipo casa limitó los caminos al gol, a costa también, de inquietar muy poco el marco de Aarón Cruz.

Aunque probó a presionar la salida en un par de ocasiones —incluso robó la pelota en una— pronto desistió en el intento y dejó que Michael Barrantes saliera presión, sin prisa, pero también espacios claros una pasado el mediocampo.

Lo intentos de Saprissa por los costados, sobre todo con la sociedad Venegas-Hernández por la izquierda, propició algunos centros sin mayores frutos. La combinacionaciones por el centro tampoco dieron mucho resultado, si bien el inicio del segundo tiempo deparó una oportunidad para Rubilio —quien remató desviado— y otra para Bolaños —con un remate muy débil—.

No fue hasta el gran remate de Marvin Angulo, en el minuto 58, que Saprissa encontró un respiro.

El gol y el paso de los minutos abrirían los cerrojos. Carmelita se vería obligado a buscar algo más que defenderse y Saprissa encontraría algunos espacios no reflejados en el marcador. Al final, como dictan los principios del fútbol, ante un juego cerrado nunca está de más un francotirador.