Cuando todo parecía terminar en un buen negocio para Alajuelense ayer, se vino la polémica en el estadio Lito Monge de Curridabat.
Los manudos ganaban por la mínima a Carmelita en la ida de los cuartos de final del Torneo de Copa Banco Nacional, marcador injusto por lo parejo del trámite el juego.
Sin embargo, esa justicia llegó bañada de polémica al minuto 92.
Después de intentarlo una y otra vez con balonazos al área manuda, el delantero Mario Camacho saltó en el corazón del área pequeña, el portero manudo Kevin Ruiz salió a destiempo y chocó contra el delantero, y le permitió cabecear para poner el 1-1 en el marcador.
Fue entonces cuando se vino la lluvia de reclamos sobre el árbitro central Jhonny Quirós. Los alajuelense reclamaban una supuesta falta sobre el guardameta.
La furia rojinegra les costó dos tarjetas rojas, la de Kenneth García y Alejandro Aguilar.
Ambos son piezas fundamentales que fungen como refuerzos de Alajuela Junior, equipo de Segunda que tomó la representación de la Liga en el Torneo de Copa.
Fue ahí donde el panorama cambió para los manudos en el certamen, quienes hoy tomarán la decisión si le hacen frente con su primer equipo al juego de vuelta contra Carmelita.
Discretos. Sobre el juego hay poco que rescatar. Dos equipos luchadores que se entregaron a fondo, sin regalarse nada.
Parejo en cuanto a ocasiones de gol creadas, y que las dimensiones de la cancha tan angosta dificultó el fútbol profundo y de toque.
Más bien prevaleció el juego de choque, de mucha disputa de balón en el medio campo.
Alejandro Aguilar fue quien rompió el hielo en una caliente mañana en Curridabat, y con muy poca asistencia de una afición liguista que parece contagiada del discurso de su dirigencia, cuando aseguraron días atrás que la Copa no es prioridad para ellos.
Un centro de Luis Sequeira encontró la cabeza de Aguilar (quien había ingresado de cambio por su tocayo Alpízar), y al 42’ puso el 0-1.
Lo demás se resumió en intentos e imprecisiones.
Hasta hubo espacio para el debut de Wílmer López, hijo del exjugador del mismo nombre y quien dirige al conjunto erizo. El joven de 20 años tuvo acción por espacio de 15 minutos que nunca olvidará.
“La parte de padre uno no se la saca, quedaban 15 minutos, entró con buena actitud buena disposición. Es un joven que tiene buena dinámica y buena visión de juego.
“Esos minutos le van a ayudar para que él vaya tomando esa confianza necesaria para crecer”, expresó el técnico Wílmer López.
Lo que sí quedó muy claro es que el club verdolaga quiere ser protagonista en el Torneo de Copa, pero para ello deberá mejorar mucho, principalmente en la definición, en el juego de vuelta el próximo domingo en el estadio Allen Riggioni de Grecia.