Fría calma en una Cueva que difícilmente se llenará para el clásico

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El día inició soleado en Tibás. De a poco se fue nublando hasta ver pasar un intermitente aguacero y para la tarde quiso escampar; justo al tiempo que Jeaustin Campos daba su primera conferencia como entrenador de Saprissa .

En la Cueva , contrario a lo que se esperaría, reinaba una fría calma. Guardas, utileros y demás personal del estadio realizaban sus labores como si fuera un día más, cualquier día de la semana.

Casi nada delataba que hoy se juega el clásico y que la S acaba de destituir al entrenador que le ganó el 30. Solo un pelotón de periodistas alborotaba el ambiente.

2.600 entradas vendidas, el poco prometedor corte de la tarde. La boletería no miente: el saprissismo anda resfriado.

Temprano, Rónald González llegó al Saprissa para reunirse con el presidente morado, Juan Carlos Rojas. La decisión estaba tomada y poco había que discutir, a las 9:45 a. m. el ya exentrenador de los tibaseños salía con la promesa de volver en un rato.

Una hora y resto después se iba su segundo al mando, Randall Row. El exasistente está fuera del cuerpo técnico del primer equipo, mas no de la institución; desde ayer, según comentó, negocia con la directiva para ocupar algún otro puesto.

La rueda de prensa, propuesta para las 12 md. pero ejecutada con una hora de atraso, fue mucho menos tensa de lo esperado, pese a lo extraño que es en el mundo del fútbol ver al D. T. saliente dar la cara.

“Gracias” dijo Rojas; “gracias” también dijo Rónald.

No se permeó mucha información. Los motivos que tuvo la hermética directiva apenas se citaron como un “fin de ciclo”.

En la tarde los periodistas volvieron a atiborrar la sala de prensa para el segundo acto de la obra.

La primera presentación de Jeaustin Campos en su segundo ciclo al frente del conjunto morado tuvo calma, algo de tristeza y un poco de ilusión: “le movimos el piso a Óscar”, dijo en son de broma.

Minutos antes, sus primeras palabras eran para confesarse dolido por el sorpresivo despido de su amigo y colega, González.

Para hoy a las 8 p. m. está programado un clásico repleto de incertidumbre del lado morado. También de esperanza de que no llueva, porque se embarrialaría la cancha.