Frenética lucha por el ascenso da primera sonrisa a Escazuceña sobre Sporting

Conforme pasaron los minutos, así fueron aumentando las emociones en la gramilla del Rafael Bolaños. El triunfo de los escazuceños 2-1 bien pudo ser un empate, pues las fuerzas entre ambos estuvieron sumamente igualadas

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Cuando se definieron los finalistas de la Liga de Ascenso, el papel de favorito se le colocó al Sporting FC, campeón del Apertura, aunque el panorama se vislumbraba muy parejo.

Esto último se cumplió al 100%. Son equipos de fuerzas igualadas, con distintas armas para hacer daño a su rival, pero tras el primer duelo no existe superioridad marcada en uno de los dos bandos.

Llegar hasta la Primera División será una lucha frenética, tal como fue el segundo tiempo en la cancha del Rafael Bolaños, donde Juventud Escazuceña fue casa.

Tras el descanso se dieron la mayoría de emociones, aunque el Sporting abrió el marcador en el 45′, segundos antes de que finalizara la primera parte.

Precisamente, ese gol marcó el futuro del resto del compromiso. Fue Bryan Vega el encargado de hacer el 1-0 de su equipo, con un cabezazo tras centro de Rodrigo Garita.

Los goles en las alturas tomaron el papel de protagonistas, todos se anotaron con la cabeza, producto de balones en movimiento, es decir, ninguno en táctica fija. Virtud de los atacantes, pero también hubo descuido en las marcas.

Antes del primer tanto, los dos se acercaron a las porterías, pero sin llegar a ser realmente peligrosos. Sporting cerró mejor en control de pelota y recibió su premio.

Antes de que Vega celebrara la anotación, un disparo de Luis Flores fue desviado por Minor Álvarez, quien después quedó sin respuesta.

En el momento que Vega tomaba las riendas del ataque, su equipo tenía mayores posibilidades. Así sucedió en el gol mal anulado, pero antes de eso pasó mucho en el campo.

Sporting estaba asustando a Escazuceña, que con dos anotaciones en contra hubiera firmado su muerte. Pero el fútbol es capaz de cambiar de cara muy rápido.

Las opciones del Sporting se quedaron en “casi, casi”. El que perdona muchas veces pierde, y el momento de su rival llegó.

Esta vez Escazuceña encontró la vía para hacer daño. Un centro largo de Cristian Blanco fue directo a la cabeza de quien las gana todas arriba: Reiby Smith. El zaguero se impuso y colocó el balón en el palo más largo (71′).

El 1-1 podía verse como un resultado justo, pero los 20 minutos restantes traerían más fútbol del visto hasta ese momento.

Lo mejor quedó para el final. Ninguno estaba conforme con igualar.

El arbitraje había pasado desapercibido, es decir, la polémica quedaba de lejos, pero al final una mala decisión tuvo influencia directa en el marcador.

En el minuto 77 Jean Scott pegó su disparo en el palo y el rebote le permitió a Vega cabecear para enviar a las redes. Pese a ser un gol legítimo, el línea Mauricio Córdoba levantó su bandera en señal de fuera de juego.

La primera batalla estaba para cualquiera, la moneda en el aire y otra vez la suerte se ponía del lado escazuceño.

En el epílogo se asomó con peligro y otra vez una cabeza, ahora de Erick Zúñiga, decretó el 2-1.

El local sonrió primero, pero para eso tuvo que luchar hasta el final, porque en el 92′ Sporting estuvo muy cerca de emparejar la pizarra.

Fue un cierre agitado que deja las cartas claras: la vuelta del jueves en el Cuty Monge (2 p. m.) será de dientes apretados.

Si Sporting logra darle la vuelta a la serie se irá directo a Primera División, pero si Escazuceña gana, habrá una final nacional entre ambos.