Apegado a aquello de que después de la tormenta llega la calma, Francisco Calvo empezó su etapa como futbolista del Santos de Guápiles.
El exherediano inició ayer entrenamientos en el equipo caribeño con el que jugará el Verano 2015 para luego pasar a las filas del Deportivo Saprissa.
El zaguero practicó por primera vez con los guapileños tras una semana convulsa en su antiguo club, el Herediano.
A Calvo le restaban seis meses de contrato con el Team pero se vinculó a Saprissa, lo que desató una polémica que casi termina por congelarlo en el certamen que empieza el domingo.
“Los días turbios ya pasaron y me siento más tranquilo y como siempre lo dije, puedo mirar a la cara a quien sea porque no hice nada indebido. Mi conciencia está tranquila”, reiteró ayer por teléfono a La Nación .
El jugador afirmó que ahora se debe a la causa santista y su tarea será mantener la forma física y competir por un puesto.
Consultado sobre si ya visualizó una visita al Rosabal Cordero en calidad de rival, expresó que es algo que pasará y no solo con la camiseta del Santos.
“Es un estadio que tendré que visitar, pero mientras me sienta bien conmigo mismo y mi familia esté tranquila, lo demás es secundario”, apuntó Calvo.
El futbolista reveló que ya mermaron las amenazas recibidas por un sector de aficionados rojiamarillos molestos por la forma en que manejó la negociación con la entidad saprissista.
“Para tranquilidad ya eso pasó, por dicha ya salió el sol”, afirmó el carrilero izquierdo.
El exrojiamarillo indicó estar agradecido con la dirigencia florense que lo liberó para no quedarse varado el primer semestre de este año.
“Si estos meses no los jugaba quizás podía mantener mi condición física, pero los futbolistas nos debemos a la pelota y a las cuestiones tácticas. Es como en cualquier trabajo, si uno no está activo es un golpe bajo”, dijo.