Cristhiam Lagos es un jugador que llegó tarde a la primera división, que no tuvo proceso de selecciones menores y que carece de algunos fundamentos técnicos, pero eso no le ha impedido triunfar en la difícil profesión de futbolista.
El espigado delantero ha recorrido un camino complicado en la vida y en el fútbol, pero su esfuerzo y dedicación lo tienen hoy a cinco goles de llegar a una gran meta: los 100 goles en Primera.
Lagos ingresó en el fútbol a los 24 años, primero en la Liga de Ascenso con Turrialba y luego en la máxima categoría con Brujas FC.
“Significaría mucho (llegar a 100 goles). Hasta yo me sorprendo de lo que he hecho en primera división. Sinceramente nunca pensé que iba a marcar tanta historia, pero eso se debe al trabajo y sacrificio que uno hace. Mucha gente ve al jugador, pero no ve los sacrificios que uno tiene que hacer”, comentó Lagos.
Hoy Lagos vive otro sacrificio en su vida, pues con tal de tener minutos y acercarse a ese gol 100, tomó la decisión de irse del Santos y sumarse a Jicaral Sercoba. Para eso tuvo que dejar a su esposa y dos hijos en Guápiles.
Lagos eligió este rumbo para acercarse a su gol 100 y hasta el momento está cerca de cumplirlo, pues en cuatro partidos con los porteños marcó tres goles.
“Yo tomé la decisión de ir a Jicaral porque quería jugar, quería tener más minutos y ahí es donde ve uno el respaldo de Dios, la decisión que tomé la tomé bien. Espero en Dios poder llegar a esos 100 goles, sería algo muy bonito para mí”, detalló el atacante.
El principal legado que quiere dejar Cristhiam Lagos no es el fútbol que realizó, los equipos con los que jugó o los goles que marcó, sino que los sueños se pueden cumplir sin importar lo difícil que parezcan.
“Yo quiero que me recuerden por ese esfuerzo, que una persona humilde trató de hacer una historia en el fútbol nacional. Siempre he sido un bendecido por parte de Dios en el fútbol”, acotó.
Lagos marcó 65 goles con el Santos de Guápiles, 12 con el Herediano, nueve con el extinto Brujas FC, cinco en Saprissa, uno en Alajuelense y lleva tres con Jicaral Sercoba.
El delantero es de las personas que siempre recuerda a las personas que le han tendido la mano en el mundo del fútbol, pero siempre recuerda con cariño a la primera persona que confió en él para incluirlo en un equipo de fútbol.
“En especial siempre le voy a agradecer a una persona que fue la que me trajo al fútbol que es Jorge Moya. Esa fue la persona que me llevó a Turrialba, me dijo: ‘Mae, Cristhiam, le veo condiciones, le tengo fe’. Siempre hablamos porque fue un pilar muy importante para mí”, finalizó