Fábrica saprissista de jugadores aún no logra producir y disfrutar defensores en década de Horizonte Morado

El club siempre ha gozado de una gran reputación cuando se mira hacia su cantera. Por algo muchos de los legionarios costarricenses se formaron en sus filas. Sin embargo, en la última década se le hizo muy difícil consolidar centrales y laterales

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Si hay algo de lo que se ha jactado Saprissa a lo largo de su historia es de la producción y exportación de futbolistas. No es arrogancia, simplemente realidad.

Para muestra un botón: Joel Campbell. La mejor transacción para Juan Carlos Rojas y compañía en Horizonte Morado. También pueden hablar de las de John Jairo Ruiz y Yeltsin Tejeda, solo para mencionar otras de las más sobresalientes.

Sin embargo, esta administración, la cual cumplirá diez años en abril próximo, tiene una deuda clara: producir y disfrutar defensores, tanto centrales como laterales.

El último “gran” defensor central que se consolidó en esa década (2011-2020) tiene un nombre al que poco se le debe agregar: Óscar Duarte.

Su debut fue en 2009, es decir, antes de Horizonte Morado, pero sí tomó protagonismo entre 2010 y 2013, año en que fue vendido.

Todavía más crítica es la cosecha en la lateral izquierda, donde tanto ha sufrido Saprissa. Desde que se fue Bryan Oviedo (2010) no hay un jugador consolidado en ese puesto. Es una cuenta pendiente de la gestión de Juan Carlos Rojas.

El mismo Alexandre Guimaraes, el primer técnico de Horizonte Morado, dijo en mayo de 2011 que debían resolver esa falencia.

Mencionó que ese “es el dolor de cabeza de su plantel”. Algo que continúa igual.

Sin zagueros. Desde el 2011 a la fecha debutaron 35 canteranos, entre los cuales están John Jairo, Tejeda y otros como Deyver Vega, David Ramírez, Marvin Loría, Dylan Flores, Ulises Segura, Jimmy Marín y Manfred Ugalde.

Todos sus casos son diferentes, algunos partieron al exterior rápidamente, como fue el último caso de Ugalde, quien en poco tiempo aportó al club en la cancha y luego en la parte económica.

Pero estos jugadores tienen en común ser de corte ofensivo. Otras apuestas terminaron sin la meta deseada, como la del defensor Adrián Chévez, el lateral izquierdo Jorman Sánchez, o un poco más atrás, el derecho Jordan Smith.

Ni se vendieron ni consiguieron llenar vacíos evidentes en el equipo.

Entre esos años también salieron de la cantera piezas que le dieron esperanza al proceso, pero hasta ahora siguen en deuda. Ahí se encuentran Luis Hernández (sigue en el equipo) y Jaylon Hadden (este torneo fue enviado a préstamo a Sporting FC).

Son pocos los que se pueden nombrar con características para cubrir esa necesidad morada en la defensa y los costados.

En el club se han dado cuenta de esas falencias. Por eso entre sus recientes promesas hay más recursos de este tipo: actualmente, Jordy Evans se gana un puesto como estelar y su reto será mantenerse en el tiempo y convencer a la exigente afición tibaseña.

Entre los últimos debutantes están Mathew Bolaños (lateral izquierdo), Atim Roper (lateral derecho), Douglas Sequeira (central) y también esperan oportunidad Erick Rojas (central), José Carlos Jiménez (lateral izquierdo) o José Gabriel Carvajal (lateral derecho).

Todos lo tienen claro, incluso el nuevo estratega, Roy Myers, quien entre sus metas quiere consolidar jóvenes figuras y podría empezar con esa misión desde este jueves, cuando la S se mida al Municipal de Pérez Zeledón a las 8 p. m.

La línea de cuatro zagueros que heredó Wálter Centeno es de dos extranjeros (Esteban Espíndola y Aubrey David), un canterano que debutó en 2008 y volvió este año (Kendall Waston) y una promesa de la casa (Jordy Evans).