Expulsiones justas, pero que marcaron el partido

Rojas a Cordero y Centeno fueron decisiones acertada del árbitro Solís

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Heredia. Las dos expulsiones que sufrió anoche Saprissa en clásico fueron decisiones correctas del árbitro Jefrey Solís, pero esto no ayudó a la Liga Deportiva Alajuelense.

Las bajas del defensor Víctor Cordero (al minuto 33) y del volante Wálter Centeno, al 48’, de poco le sirvieron a la Liga para lograr la victoria y el partido concluyó 0-0.

La primera tarjeta roja fue una clara falta de Cordero contra la humanidad del manudo Mario Camacho, quien fue impactado por el taco derecho del tibaseño en un claro ejemplo de uso desproporcionada de la fuerza. Roja justa y punto.

La expulsión de Paté Centeno fue una situación similar, esta vez contra el rojinegro Kevin Sancho.

Dejada en claro la pertinencia de la labor arbitral en estas acciones, la pregunta, entonces, tiene que ver con incapacidad de la Liga para aprovechar la superioridad numérica y obtener la victoria.

Quizás la mejor explicación es que los morados pusieron una vez más en claro su orgullo y aunque lógicamente los manudos pasaron a dominar el partido tras las expulsiones, nunca ese control se materializó en un elemento que pusieran en peligro la cabaña morada.

Saprissa, incluso, tuvo un par de opciones para perforar la meta del portero manudo.

Los morados, insistimos, con dos hombres menos, le “faltaron el respecto” a su archirrival la ingresar a un delantero más: Alemán.

Roy Myers, mediante su asistente Marco Herrera, tomó esa decisión por una razón muy sencilla: la Liga amenazaba con la vaina vacía, llegaba pero no concretaba.

Saprissistas y manudos no quisieron hablar de las expulsiones, una vez concluido el cotejo en Heredia. Evitaron la polémica.

El timonel morado dijo que no hablaría del tema, pues “para eso están otras personas (los especialistas en crítica arbitral). Yo rescato las hormonas de mis muchachos”, aseveró en rueda de prensa.

Igual posición asumió el volante de contención, Douglas Sequeira. “Yo no hablo de las tarjetas rojas ni de los árbitros, lo mío es jugar futbol”, enfatizó.

Por su parte, el defensor central manudo Johnny Acosta coincidió con sus colegas morados.

“Las expulsiones estuvieron bien y el arbitraje fue justo”, comentó Acosta.

Consultado por qué su equipo no sacó ventaja de la superioridad numérica, Acosta apuntó a errores propios de su equipo.

“En lo que fallamos fue en la ansiedad. No supimos manejar que tenías dos hombres de más”, expresó Acosta mientras se dirigía al camerino de los liguistas.