Expresidente de Alajuelense: ‘Quitar gente como reacción inmediata al perder es el peor consejero de una institución deportiva’

Un exjerarca de la Liga analiza la crisis de resultados del equipo y gira algunas recomendaciones para evitar que los males sean mayores

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Desde Reino Unido, donde ejerce el cargo de embajador de Costa Rica, el expresidente de Liga Deportiva Alajuelense, Rafael Ortiz, atendió a La Nación para analizar desde cuatro aristas la realidad actual del equipo de sus amores y lanzar algunos consejos.

1. Situación del equipo

Que el archirrival se corone campeón siempre es un golpe duro de asimilar para un club de tradición y prestigio. Peor aún cuando son dos intentos seguidos, acompañados de seis años y medio sin una corona.

“Lo primero en una situación difícil como ahora es que las decisiones se deben tomar de una manera pensada, claramente definiendo cuáles son los objetivos, valorando tanto los aspectos deportivos, como las posibilidades económicas”, expresó Ortiz.

Indicó que la gestión actual, en un principio, quiso generar un efecto de impacto al traer a Benito Floro, pero que todo fue cambiando sobre la marcha.

“En estos últimos tiempos, con la llegada de Agustín Lleida se ve como un proyecto con bases más sólidas y me parece que no debe recaer toda la toma de decisiones en una persona, creo importante que él esté rodeado de personas que sepan de fútbol, del área deportiva, con un poco más de trayectoria, que le sirva a él de un cuerpo de apoyo asesor y que no sea un tema tan personal, porque puede tener conocimiento, pero creo más en un nivel colegiado, donde ciertamente haya un liderazgo y un apoyo”, reseñó.

Considera que el español trae ideas muy buenas, nuevas y diferentes, “pero debe acompañarse y esa decisión se debería tomar”.

Ortiz es del criterio que existen en la institución muchas personas con trayectoria, con un gran conocimiento, que pueden crear ese complemento.

2. Trece torneos cortos sin títulos

La preocupación y frustración considera que debe llevar a los responsables directos a ocuparse para acabar con la sequía, comenzando por ver qué se debe hacer para lograr estar en una final y no conformarse con eso, sino ganarla.

“Eso empieza desde poder aspirar a un primer lugar, siempre el tener esa posibilidad de un cierre va a ser más efectivo y hay que armar un buen equipo para eso”, citó.

No cree que sea sano machacar siempre sobre lo mismo.

“Entre más metamos al equipo y al cuerpo técnico, no sin presión, porque siempre se tiene presión, pero meterlos en una especie de giro, de estrés, de que son 13 campeonatos y estarles recordando, pues hace que las cosas se vean de una manera más como desde un punto de vista de que es todo o nada y no debe ser así”.

Considera que cualquier planificación, por más que sean 13 campeonatos cortos sin títulos, no debe basarse en apostar al todo ya para ganarlo, “sino que tiene que obedecer a seguir esa planificación”.

“Eso es algo que ha comenzado a verse de un tiempo para acá de una manera más estructurada, pero que debe acompañarse con personas de mayor experiencia y tradición en el equipo”.

3. El efecto guillotina inmediata

Apostar a una ‘limpia’ es algo que siempre va a ocurrir en Alajuelense. Su pensar es que a la afición hay que escucharla, porque la Liga es un equipo que pertenece a su gente, que está dirigido por los socios, que son los dueños del equipo.

Se deben tomar en cuenta, porque al final, la afición llena estadios, son los que compran los productos, el mercadeo, los que dan el sustento económico y que el equipo se debe a la gente, que es el corazón, que es la sangre de la institución.

“Pero las decisiones de quitar gente como reacción inmediata al perder es el peor consejero de una institución deportiva. Eso debe obedecer a un análisis. Hay jugadores que pueden ir cumpliendo un ciclo, pero es algo que la misma institución en la parte deportiva lo tiene que ir valorando, no porque se perdió un campeonato, sino que nosotros lo hacíamos antes de iniciar un campeonato, que se veía cuáles jugadores eran los que vencían contratos y no se les iba a renovar, porque habían cumplido un ciclo”, detalló.

También cree que desde hace tiempo se tenía que saber cómo actuar y tener decisiones en firme, sin importar resultados.

“Cuando son jugadores que le han dado mucho al equipo pueden ir cumpliendo un ciclo, pero eso tiene que hacerse siempre bajo la tradición de reconocer el aporte que un jugador ha dado, de darle espacio que se siga capacitando, especialmente jugadores de mucha tradición”.

Al pronunciar esa palabra, indicó que Alajuelense es justamente eso, tradición.

“Los que le han dedicado muchos años y ya cumplen un ciclo, se tienen que tomar decisiones, no como escarmiento ni para hacer sacrificios, ni mucho mucho menos. Cabeza fría y corazón solidario, pero nunca por reacciones a un resultado, tiene que ser basado en algo que se viene planificando desde antes, cómo se va haciendo la renovación, cuáles son los que van a sustituir a los que han estado mucho tiempo”.

4. Obligación y presión

Pase lo que pase, Alajuelense siempre está en la obligación de ganar un título, como sea.

“Es el balance entre lo que se quiere y lo que se puede tener y el aspecto financiero, que hasta donde entiendo, el equipo está en una buena situación. No se puede analizar al día siguiente de perder un título o de ganarlo, es un tema que se tiene que venir trabajando con seis meses o un año de anticipación”, expresó.

Añadió que el éxito económico va ligado al éxito deportivo “y dentro de la fórmula económica hay que lograr tener el equipo más competitivo para luchar por el campeonato, no solo al llegar a una final, sino desde que comienza el torneo”.

Con ese método, la afición se va calentando y toma confianza, porque se retroalimenta partido a partido.

“Así se va construyendo un campeonato. Una final no se gana en el último partido, aunque definitivamente son esos 90 o 180 minutos los que van a decidir el resultado. Eso es producto de todo un trabajo que se viene haciendo y que permite casualmente cuando llegan esos momentos límites, difíciles, que el jugador y el equipo tengan la resiliencia para poder enfrentar circunstancias límites que se dan en finales, pero eso no se logra en el último partido”.

Insiste en que eso es algo que se construye y se trabaja a través de un campeonato y más.

“La Liga siempre tiene que aspirar a ganar un campeonato con una planificación que se tiene que dar del sector deportivo, de la gente que sepa de fútbol. Tienen a Lleida, pero debe estar acompañado por personas con experiencia, algunos de la directiva que están más empapados y que pueden transmitir más esas decisiones y complementado con la parte económica”.

Ortiz recalca que es complicado, porque a ninguna afición le gusta perder un título contra el archirrival y que están en todo el derecho de exigir.

“Saprissa y Herediano tienen planillas muy fuertes y no podemos dejar caer todo por un resultado adverso y comenzar a tomar decisiones en contra de lo que se ha venido planificando”, finalizó.