El castigo impuesto ayer a Cristian Bolaños en el cuarto que formalmente se toma contra jugadores de la Selección Mayor.
El primero se presentó en 1951, luego del V Campeonato Centroamericano de futbol, que se realizó en Panamá. El segundo fue en 1973, tras los Juegos Centroamericanos de Guatemala.
Froylán Ledezma fue el protagonista del tercer caso, en el 2005.
En tierras canaleras, la Tricolor –dirigida por Ismael Melo Quesada– tuvo un rotundo fracaso, el cual fue explicado en parte por la indisciplina de los jugadores, según el informe del jefe de la delegación, Miguel Pantoja.
“Varios jugadores salían todas las noches y regresaban en las horas de la madrugada completamente ebrios. Y a la mañana siguiente jugaban un partido y lo perdían”, reza el escrito de Pantoja.
Por ello, el jugador Eladio Macho Esquivel fue cesado de toda actividad durante cinco años, pues lanzó la copa Rafael Ángel Calderón G. desde un quinto piso.
También se castigó a José Rafael Fello Meza con dos años y a Édgar Quesada con seis meses.
Aníbal Ñeco Varela y Luis Ángel Pipilo Umaña estuvieron dos meses fuera de las canchas, mientras que el portero Amado Calvo solo fue amonestado por estos hechos.
En 1973, en los Juegos Centroamericanos de Guatemala, se presentó otra página negativa para el futbol costarricense.
Tras conseguir pobres resultado, la Fedefútbol castigó por indisciplina a Julián Fonseca, Gabriel Umaña y José Pepe Cubero, con dos meses de suspensión, y con un mes a Dennis Valladares, Jaime Rosencwaig y Víctor Macho Acuña.
El 9 de mayo de 2005, a Ledezma se le castigó con un año de suspensión de su equipo, Alajuelense, y la Tricolor, por abandonar la concentración de la Sele el 27 de marzo. El delantero luego fue habilitado.
En un caso aparte, el 9 de julio del 2010, durante un juego de la Sub-23 y Alajuelense, el atacante Marco Ureña fue expulsado por haberse llenado la boca de agua para lanzarla contra el árbitro Danny Lobo. Luego no fue convocado, lo que se interpretó como un castigo. Colaboró en esta información el periodista Rodrigo Calvo Castro