En su primer año, Horizonte Morado aún lucha por el cetro

Hoy hace un año se concretó el acuerdo con el que Saprissa regresó a manos ticas

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Horizonte Morado cumple hoy un año de estar al frente del Deportivo Saprissa y lo hace en medio del mismo reto de ese entonces: volver a darle al equipo un título nacional.

De momento ese es el único pendiente en la lista inmediata de los nuevos accionistas mayoritarios del equipo más laureado del futbol costarricense, que en su breve gestión ya han visto cómo Alajuelense , su gran archirrival, suma dos estrellas en su palmarés.

Juan Carlos Rojas, Alberto Raven, Édgar Zurcher y René Picado (como cabeza de Teletica) fueron los encargados de devolver a la S a manos costarricenses, luego de que en 2003 el mexicano Jorge Vergara lo rescatara de la extinción. Desde entonces mucho ha cambiado.

Se logró por ejemplo despertar de nuevo al saprissismo con una campaña enfocada precisamente en aflorar las raíces moradas, un proceso que incluyó el regreso al color remolacha, lo mismo con el escudo y su tradicional S.

Se reforzó la planilla y se le dio el timón a Alexandre Guimaraes, un hombre de la casa y cuyos atestados se ajustaban a la perfección con la imagen que los empresarios querían darle a su proyecto.

Sin embargo, Guimaraes ya abanicó en su primer torneo y ahora se tambalea en el segundo, por lo que el éxito de Horizonte Morado en su objetivo principal todavía permanece solo presente en el marco de las posibilidades.

¿Qué se ha hecho? En su lucha por devolverle a Saprissa su gloria y esplendor histórico, Horizonte Morado trazó un plan a largo plazo llamado Saprissa 2020.

Esa estrategia se enfoca en cinco áreas de acción y un sinfín de proyectos que poco a poco han ido viendo la luz en la institución.

Así, la nueva administración le volvió a abrir las puertas a sus exjugadores y los premió con beneficios, hizo las paces con los accionistas minoritarios y volvió a retomar proyectos de bien social.

Puso sus ojos en el Ricardo Saprissa y le cambió sus colores, instaló butacas, reparó algunos daños y lo adornó con su nueva imagen.

También erradicó cualquier indicio que quedara de la era Vergara, incluida la política de contar con solo jugadores costarricenses.

Todo eso y más pasó en un año. Empero, su jerarca Juan Carlos Rojas aseguró que apenas empiezan.

“Yo diría que tal vez estamos en primera base de lo que aquí se quiere, esta es una institución que puede trascender e impactar en todos los ámbitos, así que, para mí, estamos empezando”.