La crisis deportiva que vive Liga Deportiva Alajuelense en la actualidad provocó que los cambios comenzaran antes de que se acabe el torneo para el club que cumplirá 100 años de fundación el 18 de junio.
Desde hace un mes, la dirigencia había tomado la decisión de que Javier Delgado no seguiría como gerente deportivo, algo que se le comunicaría hasta que se terminara este campeonato, independientemente del resultado final.
El Sheriff ejerció ese puesto desde enero de 2018.
Debido al quebranto de salud del presidente erizo Fernando Ocampo, algunos directivos pensaron en que ese despido no sería oportuno en este momento. Sin embargo, otros mantuvieron la postura de que Delgado no debe mantenerse en el cargo.
A mediados de esta semana, la directiva se reunió, porque esta es una época vital en la toma de decisiones.
“Sobre el tema de la continuidad de Javier Delgado, la dirigencia se referirá al punto de llegadas y salidas la próxima semana. Por ahora no tenemos una posición oficial”, indicó el jefe de prensa de la Liga, Ferlin Fuentes.
Sin embargo, después de lo ocurrido en esa encerrona, se mantuvo el acuerdo y La Nación sabe que a Javier Delgado ya le comunicaron que no continuará.
¿Qué pasó? Aquella decisión fue en la última semana de marzo, luego de que la Junta Directiva desarrolló un conversatorio con los socios del club, algo que hicieron con el fin de evacuar dudas en torno a la realidad del equipo que estaba al borde de la eliminación.
Dicho encuentro entre manudos duró tres horas y llegaron unos 150 socios. Ahí, varias de las inquietudes iban dirigidas hacia Delgado.
Los malos resultados, la plaga de lesiones, el tema físico y las contrataciones en puestos que no eran tan urgentes son parte de los cuestionamientos que aún se hacen los seguidores del club.
Muchas preguntas saltan a la luz y en la Liga no encuentran las respuestas exactas para determinar por qué lo que al principio parecía ser la mejor nómina rojinegra de los últimos años se convirtió en una pesadilla.
Durante su gestión como gerente deportivo, Delgado siempre fue leal con el técnico de turno que estuvo.
Cuando lo nombraron en ese cargo, no faltó quien pensara que al estar ahí se convertía en un as bajo la manga y que en caso de que tuvieran que quitar al timonel que estuviera en el primer equipo, él lo reemplazaría.
Pero en realidad, una de sus condiciones para aceptar fue que eso quedaba descartado desde el inicio.
Delgado se lo hizo entender así al uruguayo Nicolás dos Santos y cuando la Liga decidió prescindir del charrúa en la cuadrangular del Clausura 2018, recomendó a Luis Diego Arnáez.
Su intención era que el Flaco permaneciera mucho tiempo en Alajuelense, pero el 29 de enero lo despidieron.
Hernán Torres llegó al país el 1.° de febrero para hacerse cargo del timón manudo. Y ni siquiera cuando se dio esa transición entre Arnáez y el colombiano, Delgado quiso ser técnico emergente por un juego.
La dirigencia se lo planteó, porque necesitaban tramitar el permiso de trabajo y la inscripción respectiva del cafetero, pero él se negó.
Por eso es que aquel primer partido que Torres vio desde las gradas del Morera Soto mientras quedaba habilitado, lo dirigió Cristian Oviedo, a quien el colombiano solicitó como asistente.
Delgado procuró no invadirle la cancha a ninguno de los entrenadores, pero siempre dijo que se mantuvo muy cerca de todos.
También estuvo al lado de Ocampo en la presentación de los refuerzos y sobre él se había depositado la responsabilidad de la parte deportiva.
Aunque no era el entrenador, los resultados no lo avalaron como gerente deportivo en una Liga que el domingo se despedirá de un torneo que alarga la sequía: ya van once campeonatos cortos sin que Alajuelense pueda colocar un nuevo cetro en la vitrina donde colecciona 29 estatuillas.
Uno de los candidatos para comandar la reestructuración deportiva de Alajuelense y asumir el puesto que Delgado dejará vacante es el español Agustín Lleida, quien es el director de desarrollo integral de las divisiones menores de los rojinegros.