El viento fue el protagonista en el juego entre Uruguay de Coronado y Santos de Guápiles

Ambos equipos se dedicaron a pelotear por las inclemencias del tiempo

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San Isidro de Coronado. Eduardo Méndez le pedía a sus jugadores que tiraran a marco sin importar la distancia. Martín Cardetti no podía creer cómo los saques de puerta de sus pupilos no pasaban de media cancha.

El viento fue el principal protagonista del empate a uno entre Uruguay de Coronado y Santos de Guápiles, en el estadio El Labrador.

Las constantes ráfagas con una leve llovizna complicaron el accionar de los equipos, por lo que el fútbol de toque y atractivo quedó para otra ocasión.

El equipo que atacaba de oeste a este llevaba la ventaja, al punto que los dos goles del encuentro cayeron en el mismo marco, el oeste.

La primer diana del partido llegó mediante un remate de media distancia de Alejandro el Matador Alpízar.

El número 10 de los locales recibió un pase de Ariel Santana en las cercanías del vértice derecho del área rival, el artillero recorrió un par de metros y remató para vencer a Adrián de Lemos.

Los uruguayos sabían que tenían una ventaja y lo intentaron en varias ocasiones.

Esteban Espinoza, Marvin Obando, Rafael Rodríguez y Santana remataron, pero el éxito no los acompañó.

Santos intentaba tocar de pie a pie, ya que la salida con pelotazos era imposible. El viento frenaba la pelota antes de la zona media.

A la inversa. Para el segundo tiempo el libreto del cotejo se mantuvo, pero los papeles se intercambiaron. Al Uruguay de poco le sirvió ser de Coronado, ya que las inclemencias del tiempo también le jugaron una mala pasada y anularon toda oportunidad ofensiva.

Más bien el equipo que más propuso fue el de Guápiles. Los caribeños entendieron que con centros y remates lejanos podían hacer daño.

En el 63’ José Carlos Pérez metió un centro de mucha altura, la pelota bajó rápidamente y Javier Loaiza castigó a Darryl Parker de un cabezazo.

César Eduardo Méndez hizo ingresar a Mario Víquez para buscar un remate de larga distancia, mientras Parker le pedía ayuda a Rudy Dawson para que hiciera los saques de puerta.

El viento se encargó de anular el fútbol y a ambas escuadras no les alcanzó más que repartirse los puntos.