El uno a uno fue un guiño de la justicia, ¡por el fervor!

Pérez Zeledón cae al tercer puesto, tras una seguidilla de cuatro encuentros sin victoria

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San Isidro de El General. Se jugaba el último cuarto de hora. Las tablas estaban uno a uno. A pesar del agobio de un sol inclemente, casi por instinto, cada equipo intentaba acabar con el otro por la vía rápida, como se estila en el boxeo.

El agotamiento era evidente en los 22 actores. Sin embargo, tomar riesgos bien valía el boleto, puesto que a esas alturas del cotejo, en las cercanías del minuto 90, cualquier chispa en las redes significaba alcanzar un triunfo de campanillas.

Aunque el partido no fue espectacular, se reconoce el afán colectivo en aquel infierno de la gramilla.

Al final, el 1 a 1 entre Pérez Zeledón y Uruguay fue un guiño de la justicia y un saldo de paradoja.

Sí, resultó paradójico. Porque Pérez Zeledón anotó en el primer lapso, cuando su rival jugaba mejor. Y Uruguay igualó en los instantes en que el Sur buscaba un norte en las redes del Gallo.

Daniel Casas contó ayer con Camilo Aguirre en la generación del toque. Y en el guión aurinegro se lució Marvin Angulo. Por el talento que le conocemos y por un caudal de oxígeno, ¡ que no le conocíamos!

Camilo, peón y artífice. Luego de un remate de Luis Stewart Pérez que rebotó Ricardo González, el balón aterrizó en la red, impulsado por Camilo Aguirre, al minuto seis.

En adelante, prácticamente hasta el último aliento del arduo taconear, el talentoso número 10 colombiano “se comió” la cancha, con su innegable cuota de despliegue, talento y sudor.

En la segunda mitad, las permutas de Carlos Watson, timonel coronadeño, comenzaron a dar los resultados que este intelectual del futbol buscaba.

“Le dije que pisara el área y que lo intentara de media distancia”, refirió Watson al final del choque, al destacar la promisoria aparición de Axel Myers en su propuesta.

Alto y flaco, el hijo del talento inolvidable de Roy Myers, validó en la red la autenticidad de su ADN.

En su primer minuto en la cancha, Myers aprovechó un centro del esforzado Pablo Herrera para soltar un trallazo que resultó imposible para Luis Diego Sequeira. 1 a 1.

El cotejo no fue muy bueno, pero sí disputado. El laborioso empate pone a Uruguay a brillar en los primeros peldaños. Entre tanto, los Guerreros del Sur ven cómo se degrada su inventario al déficit, tras cuatro fechas sin claridad.