El Team se dejó la fiesta y Cartaginés, la frustración

Emoción abrumó a jugadores y aficionados florenses, luego de dejar tendido al Cartaginés en la final del Verano

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Heredia. Herediano regresó a lo más alto del podio; Cartaginés se volvió a quedar demasiado cerca. Y después de todo lo que fue esta final, uno no sabe cuál de las dos noticias es más importante.

Lo del Team es espectacular. Remontó una serie que perdía por dos goles y se consolidó, sin ninguna duda, como el equipo más regular del país en los últimos tiempos, con cuatro finales seguidas y dos coronas en los últimos tres torneos.

Con base en el “Yo CR30”, los florenses cobraron los errores de Cartaginés y los del árbitro Randall Poveda, para alzar su trofeo número 23. Y lo hicieron al frente de una afición que les adornó el estadio hasta el último rincón y que nunca dejó de apoyar.

Un llamado para esas hinchadas que silban apenas en los primeros 15 minutos.

Todo le salió bien a los rojiamarillos. Todo fue una comunión que solo tenía un desenlace posible: el de la celebración.

Mientras tanto, lo de Cartaginés es simplemente cruel. Los brumosos se ilusionaron y soñaron con romper toda maldición, hechizo o mala racha que tiene el equipo, pero más bien le añadieron otra pena a su historial.

Por más que lucharon con el corazón en la mano, no aguantaron la presión de estar a las puertas de botar un imposible y se derrumbaron en el momento más importante del torneo, manteniendo el muro de casi 73 años sin un título nacional.

Regresó del goleador. Pero dentro de toda este panorama, sería un crimen no individualizar. Allí, hay que decir un nombre: Víctor el Mambo Núñez.

El delantero vino como un vendaval en el Campeonato de Verano 2013. Se lo llevó todo por delante. No jugó ni la mitad del certamen y a todos los equipos les repartió lo que pudo.

Sin embargo, Núñez, por mucho tiempo, no recordará ninguna otra noche más que la de ayer, porque de sus piernas salió gran parte de este cetro.

Otro es el de Yendrick Ruiz, quien hace unos años estaba cerca del retiro y hoy es una figura de uno de los equipos de más tradición en el país. Su cabeza firmó el trofeo.

Y si estamos en estas, como no mencionar a David Patey. Ese que no patea una pelota, pero que tuvo tanto efecto como lo dos futbolistas mencionados previamente.

Con sus excentricidades, con sus locuras y, por qué no decirlo, con su dinero, el título también tiene su nombre.

“Qué impresionante, estoy súper contento y feliz”, exclamó el dirigente rojiamarillo antes de marcharse a celebrar con sus jugadores y cuerpo técnico del Team .

Herediano campeón de nuevo. Para el número 22 duraron 19 años en conseguirlo, ahora solo uno. El “ninguno pudo con él” está calando cada vez más.

Por otro lado, con el nudo en la garganta, la fiesta brumosa se quedó en espera y tristeza.