El poco acierto ante el arco sigue siendo el principal mal brumoso

El empate deja con escasas opciones de clasificación a ambos equipos

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Alajuela. Dice el dicho que escoba nueva siempre barre bien; no obstante, anoche al Cartaginés la suerte le salió a medias.

En el debut de Rolando Villalobos, Cartaginés sí tuvo una ligera mejoría, pero le llegó a pesar el mismo mal de siempre: la falta de contundencia frente al arco.

Los brumosos dominaron en un partido flojo, con mucha dinámica que poco a poco se fue diluyendo con el paso de los minutos.

Cartaginés tuvo el mayor peso ofensivo y generó opciones a granel, sin embargo, al igual que la semana anterior con Odir Jacques, la pelota nunca entró en el arco rival.

Por su parte, Carmelita ofreció lo mismo: equipo aguerrido y que saca los resultados con los pocos recursos que tiene a su disposición.

Eso sí, mejoró mucho con el ingreso de Daniel Jiménez y de Bryan Solórzano, quienes le dieron otra dinámica al equipo, al punto que Cartaginés terminó sufriendo en los últimos minutos.

Nuevo aire. Curiosamente, ayer al técnico Rolando Villalobos le tocó estrenarse precisamente ante el rival que echó a Johnny Chaves con una derrota en la primera vuelta en el estadio Fello Meza.

De entrada el nuevo estratega ordenó una serie de cambios en la alineación titular.

Por ejemplo, se desprendió de Ivan Pailós como referente de ataque y sentó también al mexicano Erick Ponce, el armador de juego.

En su lugar apostó por la receta de la casa, por lo que envió a Andrés Lezcano y Pablo Brenes.

Además, apostó a la segura con la dupla de centrales formada por los dos Andrés (Sanabria y Flores). No le dio cabida a un Hansell Araúz en el lateral derecho.

La sequía de triunfos, que ayer llegó a ocho partidos, provocó un conjunto brumoso con más vocación ofensiva y mayor control de la pelota en el mediocampo.

Con un Lezcano comandando el ataque, Cartaginés acosó en más de una ocasión la meta del conjunto rival, pero nunca llegó a conectar un buen golpe a la mandíbula.

Así, sobre todo en la primera mitad, los arietes brumosos se dieron el lujo de desperdiciar goles hasta de dos en dos, en pies de Lezcano y Paolo Jiménez, principalmente.

Para El Carmen la dificultad se dio cuando Cartaginés le cerró los espacios en salida y ahí no tuvo claridad en el ataque.

Los dirigidos por De León tuvieron las opciones más claras en la complementaria, con el ingreso de Bryan Solórzano (quien le dificultó las cosas a Edder Nelson) y del veterano Daniel Jiménez.

Juego cerrado y pocas opciones en un partido que apenas deja para la estadística el estreno del tercer técnico en el banquillo brumoso.

Además, el empate aporta poco qué contar y lo único que logró fue perjudicar a ambos equipos, pues casi que sepultan la opción de clasificarse a la siguiente ronda.

Como curiosidad y preocupación para sus aficionados, queda que ambos equipos tendrán apenas 48 horas para recuperar a sus jugadores, pues mañana por la noche saltarán otra vez al campo.